Viajar en compañía y compartiendo los gastos
Con más de veinte millones de usuarios inscritos en Europa, BlaBlaCar está en constante expansión, y ya tiene conductores en India y México. La comunidad ha compartido más de 3.000 millones de kilómetros
Las buenas ideas casi siempre surgen de la necesidad, especialmente las que se refieren a la economía colaborativa. Unas Navidades, el francés Frédéric Mazzella tenía que volver a casa y no quedaban billetes de tren, de modo que tuvo que llamar a su hermana para que le rescatara. Luego, en la carretera se dio cuenta de que la mayoría de coches llevaban solo uno o dos pasajeros. Y tuvo una idea. Este es el nacimiento de BlaBlaCar, la red social que conecta a conductores que tienen planificado realizar determinado trayecto interurbano con pasajeros que quieren realizar el mismo, para viajar así en coche compartido.
CRECIMIENTO IMPARABLE
Frédéric Mazzella fundó BlaBlaCar en 2006. Nueve años después, la red está presente en diecinueve países, como Francia, España, Italia, Reino Unido, Polonia, Alemania, Ucrania, Rusia, México, Turquía e India, entre otros, y cuenta con más de doscientos noventa empleados en sus doce oficinas. ¿El modelo de negocio? BlaBlaCar carga unos gastos de gestión de entre el 10 y el 20% según el trayecto. Jaime Rodríguez de Santiago es el country manager de BlaBlaCar España: “Hasta 2014 éramos una empresa europea, pero empezamos a asomar la pata más allá del continente para llegar a Rusia, Turquía y, este año, a India y México, además de completar los países de la Europa del Este”.
España fue el segundo país donde se estableció la red, en enero de 2010: “No teníamos tradición de compartir coche como en Francia y Alemania, pero el país ha demostrado ser uno de los más punteros en la adopción de la economía colaborativa”, afirma Rodríguez de Santiago, que reco- noce que los responsables de BlaBlaCar escogieron primero España “por proximidad”, porque hay muchas personas que viajan entre Francia y España en coche. “Cuando lanzamos un mercado analizamos, entre otras cosas, su red de carreteras” y el tipo de viajes que suelen hacer los conductores, que debe oscilar entre los 150 y los 400 kilómetros.
UN PAÍS SOCIAL
“España es un país muy social en el que la penetración del teléfono móvil es muy alta”, recuerda el country manager. También la ubicación geográfica de las ciudades es idó--
nea. Además, la llegada de la crisis económica “ayudó a repensar la forma como consumimos y a buscar alternativas”.
La app de BlaBlaCar ya tiene más de cinco millones de descargas, y su página web supera los siete millones de visitas al mes. “Mucha gente viene primero por e la horro, y repite porque es una experiencia enriquecedora y diferente”, indica el country manager de esta plataforma social.
Paragaran-tizar esta buen experiencia, “trabajamos para dar her ramientas que proporcion en confianza a la comunidad y, por ejemplo, verificamos todas las informaciones. También se pueden leer las valoraciones de los usuarios en la web… Son herramientas que, sumadas, nos dan un entorno de confianza en el que se puede desarrollar la comunidad”. Una de las claves de una startup tecnológica es la constante renovación, y en esta plataforma “lote nemos clarísimo. Trabajamos para dar confianza, y, para hacerlo,
debemos innovar y buscar siempre formas novedosas de reforzar la experiencia de los usuarios”, explica Rodríguez de Santiago.
En BlaBlacar, a diferencia de otras redes, los conductores no hacen negocio, solo ahorran en los gastos del viaje, que no es poco. “Se comparten gastos. Y para nosotros es clave por muchos aspectos; prime-ro, por la expe-riencia, por que si dejáramos que la gente hiciera negocio, esta se desvirtuaría. En el equipo de atención al usuario contamos con sesenta personas dedicadas, entre otras cosas, a vigilar la actividad en la plataforma. Y si vemos comportamientos anómalos, intervenimos”. No se pueden ofrecer más de cuatro plazas, y se indica en la web qué viajes están por encima de la media.
Al ser un proyecto sin ánimo de lucro por par te de los conductores, “no hemos tenido problemas legales en ningún mercado –asegura el country manager–, y su encaje en marcos regulatorios europeos es muy bueno".
"Mucha gente viene primero por el ahorro, y repite porque es una experiencia enriquecedora y diferente"