El jugador del pueblo
Carlos Tévez vuelve a debutar con el Boca Júniors con Maradona jaleándole en la grada
Si Maradona está en su palco de la Bombonera es que algo importante va a suceder en el campo. Tan importante como el regreso de un hijo pródigo, de un ídolo como Carlos Tévez, que el sábado volvió a debutar en el Boca Júniors y fue recibido como un héroe, once años después de la salida del club de sus amores para triunfar en la Premier y el calcio.
“¡Carliiiitos!, ¡Carliiiitos!”, grita todo el estadio, espoleado por La Doce, su polémica barra brava, cuando el delantero salta al césped. Y Carlitos cumple con el código no escrito de máximo respeto al futbolista supremo, a Dios. Como si se tratara de una corrida de toros se planta frente a la tribuna de Diego, mira hacia arriba, lo saluda, y brinda sin montera al Pelusa la segura victoria frente al Quilmes. Del nuevo 10 al Diez.
La gran esperanza boquense ha regresado para sustituir a Palermo y Riquelme, que en su día también volvieron para animar una liga descafeinada y falta de estrellas, que antes de cumplir los veinte años se buscan la vida en Europa.
Con 31 años, retorna relativamente joven y, a diferencia de Palermo y Riquelme, lo hace en un momento álgido de su carrera, tras disputar con el Juventus la final de la Champions frente al Barça. Criado en Fuerte Apache, uno de los barrios más peligrosos de Buenos Aires, a Tévez se le conoce como el “jugador del pueblo”. Y ahora es el ídolo tangible. No como Messi, que sueña con acabar su carrera en el Newell’s.
El barrio de la Boca ya se colapsó el lunes pasado sin que hubiera partido. Con su hija pequeña en brazos, Carlitos saltó al campo para darse el primer baño de masas en su presentación oficial, que de paso sirve como baza electoral para que Daniel Angelici conserve la presidencia del club en los comicios que se celebrarán en diciembre. La capital está empapelada con carteles del Apache: “Bienvenido a casa”.
El debut de Tévez ocurre a la misma hora que cierran las urnas en el Camp Nou. Maradona ha llegado con tiempo y también se deja que- rer por la afición, que corea su nombre. Su palco podía ser el 10, pero en realidad es el 1, la mejor ubicación de la Bombonera, en una tribuna vertical que prácticamente cae encima de los jugadores.
El 1 está dentro de una estrella azul y amarilla, sobre una puerta que custodian tres gruesos guardaespaldas vestidos con intimidante traje militar negro. Los privilegiados vecinos en esa zona de palcos vip se acercan con la ilusión de hacerse una foto con el Pelusa o lograr un autógrafo. Pero los vigilantes dicen que Maradona no está de humor, aunque cuando se abre la puerta se le ve sonriente, con gorra y barba de varios días, feliz por el retorno del jugador del pueblo que alguna vez fue también él. Lo sigue siendo, en realidad. No como Leo…
Carlitos no marcó en su debut pero el Boca Juniors del vasco Arruabarrena ganó 2-1 al Quilmes dirigido por Julio César Falcioni, extécnico boquense, en una liga donde los entrenadores duran poco y su futuro es cuestionado al perder dos partidos. Vale la pena entrar urgentemente en Internet para ver el golazo de rabona que marcó Calleri, que hizo resoplar de placer a Diego. Fue el segundo tanto xeneize, tras otro de Palacios.
Después del parón por la Copa América, la macroliga de treinta equipos que impuso contra viento y marea el fallecido y todopoderoso presidente de la AFA Julio Grondona está demostrando que a largo plazo la regularidad y la mezcla con clubs muy mediocres premia a los equipos grandes y con mayor pre- supuesto. Tres históricos lideran la tabla tras la jornada 17 de este fin de semana: Boca, San Lorenzo y River, por este orden.
También el sábado, River le metió un 5-1 al modesto Atlético Rafaela, con cuatro goles de Cavenaghi. “Me llevo la pelota, no tengo muchas, no soy Messi”, declaró el delantero. Cavenaghi formó en punta con Saviola, que ya había debutado hacía unos días. A sus 33 años, el conejo regresa también a su club del alma, de donde salió en el 2001 para fichar por el Barça de Van Gaal.
River jugará el martes en Paraguay el partido de vuelta de semifinales de la Libertadores contra el Guaraní, tras ganar en la ida (2-0). Los Millonarios aspiran a llegar a la final y disputar el Mundial de Clubs contra el Barça.
El delantero vuelve a casa a los 31 años después de disputar la final de la Champions ante el Barça
Buenos Aires está empapelado con carteles del Apache, recibido como un ídolo de masas