El líder vecinal Lluís Rabell será el número uno de Catalunya, Sí que es Pot
La confluencia de izquierdas apuesta por un activista afín a Ada Colau
El líder vecinal de Barcelona Lluís Rabell será el candidato de Catalunya, Sí que es Pot, la lista de confluencia integrada por Podem, Iniciativa per Catalunya y Esquerra Unida i Alternativa. El nombre de quien se va a batir con el jefe de filas de la candidatura independentista y exmilitante de ICV, Raül Romeva, se conoció ayer por la noche a través de una filtración de lo que en principio debía ser un secreto bien guardado hasta el domingo, cuando el cuarto pasajero de la confluencia, Procés Constituent ya debería haber dado el sí o no definitivo a su integración en esta candidatura.
El diario Ara avanzó la información que luego fue confirmada por dos miembros de la dirección de Iniciativa per Catalunya.
Rabell fue presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Barcelona y un activista de la izquierda popular de Barcelona. Tuvo una intensa implicación en la candidatura de Barcelona en Comú que lidera Ada Colau y también en el actual proceso de confluencia; no en vano, fue quien el pasado lunes se encargó de presentar a los oradores en el acto en el que Pablo Iglesias, Joan Herrera y Joan Mena presentaron el acuerdo para acu- dir juntos a las elecciones generales.
La designación del jefe de filas de la candidatura de confluencia no ha sido fácil y Rabell no era la primera opción. De hecho, es conocido que antes que él apostaron por Arcadi Oliveres, uno de los fundadores de Procés Constituent, que acabó renunciando no tanto por la falta de convicción en el proyecto como por su escasa disposición a entrar en la política institucional. Como mínimo hay otros tres nombres de eventuales candidatos que sondearon los promotores de la candidatura y que rechazaron la oferta. La política, ni que sea la nueva, no es un lugar cómodo en estos momentos para muchos profesionales.
Habrá que ver si la revelación del candidato hasta ahora oculto no dificulta todavía más las posibilidades de un acuerdo con Procés Constituent que mañana sábado debe debatir en una asamblea de sus activistas si se integra o no en esta candidatura. Procés había puesto como condición que la elección de los miembros de la candidatura se hiciera a través de unas elecciones abiertas y es evidente que el hecho de que sus tres socios hayan designado ya a un candidato da al traste con ese requisito.
Los militantes de Procés también exigen que se elabore un código ético que obligue a los integrantes de la candidatura, de un modo similar a lo que ocurrió con Barcelona en Comú. Sin embargo los otros aliados no están dispuestos a repetir la experiencia de la candidatura barcelonesa porque en algunos aspectos –especialmente en capítulo de los salarios– su aplicación ha resultado ser muy conflictiva.
La designación de Rabell –y el perfil de los que antes rechazaron la oferta de la candidatura– apunta a que Catalunya, sí que es pot ha mirado de reojo a su adversario para elegir su contrincante. Un ciudadano activista, ajeno a la obediencia de un partido político que es lo que se lleva ahora. En suma, parece que Catalunya, Sí que es Pot teme tanto a Junts pel Sí como Junts pel Sí teme a Catalunya, Sí que es Pot y que ambas candidaturas se influyen una a la otra.
De hecho, en el acto que Rabell presentó el pasado lunes en Barcelona con Iglesias, Herrera y Camats, el propio candidato reconoció que el nombre de Catalunya, Sí que es Pot lo había puesto el propio presidente Artur Mas a base de citar a la confluencia con el sobrenombre de “sí se puede”. En suma, los dos principales contenientes del 27-S se están configurando sobre todo pensando en el adversario.
Rabell fue presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Barcelona