La UEFA castiga al Barça por las estelades
La UEFA castiga al Barça con 30.000 euros y sienta un precedente
Ni cierre del Camp Nou ni advertencia al Barcelona, pero tampoco perdón. El caso de la presencia masiva de estelades de la final de Berlín se saldó con una multa de 30.000 euros. La Comisión de Control, Ética y Disciplina de la UEFA sancionó al Barça con esa cantidad y zanjó con una decisión muy europea –atacando el bolsillo– el expediente abierto el 30 de junio por el informe de una delegada ucraniana que ni siquiera vio el partido en vivo y en directo, sino que lo siguió por televisión. Sin embargo, la UEFA sienta un precedente incómodo con la primera sanción a las estelades, ya que dicha bandera es un clásico de los partidos del Barcelona en el Estadi, también los de Champions, y no se puede descartar que a partir de ahora haya nuevos expedientes coincidiendo con los sucesivos encuentros del conjunto blaugrana como local.
El objetivo de la UEFA, con el apartado 2.E del artículo 16, es evitar manifestaciones xenófobas, racistas e intolerantes pero también desea mantener el fútbol alejado de la política. Y esta vez se ha mostrado tajante. Según la UEFA el Barcelona es el máximo responsable del comportamiento de sus aficionados dentro del estadio, aunque no fuese el club el que exhibiese las estelades sino personas individuales las que las entraron en el estadio olímpico y las que las enseñaron durante el partido, algo que tendría que ver más con la libertad de expresión, ya que las banderas independentistas no formaban parte de ninguna animación promovida desde los departamentos del club.
El Barcelona respeta la sanción pero en un comunicado se mostró “en total desacuerdo” con la decisión de la UEFA. Sobre todo porque recuerda que “el delegado presencial de este organismo en el partido calificó de excelente el comportamiento de los socios y aficionados del Barcelona, antes, durante y después del partido, tal y como detalló en su informe”. Por eso, los servicios jurídicos del Barça estudiarán la conveniencia de cuestionar la resolución sancionadora. Es decir, que el Barça no descarta recurrir al TAS el castigo impuesto para defender la reputación de los socios.
Asimismo, fuentes del club destacan que se ha evitado el peor escenario. El cierre parcial de la grada del Camp Nou hubiese sido un perjuicio para una parte de la afición barcelonista, además de ser una decisión forzosamente arbitraria. Porque, ¿qué zona se hubiese visto afectada si la supuesta infracción no se produjo en el mismo recinto?
El otro punto favorable a los in- tereses del Barcelona es que en la resolución final de la UEFA tampoco se incluye ninguna advertencia. Un warning hubiese sido peligroso porque habría puesto al coliseo barcelonista bajo sospecha. Es decir, que el Camp Nou estaría apercibido de sanción que se haría efectiva al siguiente incidente. Además los delegados de la UEFA también estarían avisados para fijarse en las gradas y detallar cualquier incidencia. En ese sentido, el Camp Nou queda limpio.
En cambio, al Barcelona le fastidia que se haya podido extender una mancha sobre su afición cuando el pasado 6 de junio en Berlín no hubo enfrentamientos entre seguidores ni cánticos ofensivos. Desde la Recopa de Basilea de 1979 los culés históricamente han realizado grandes desplazamientos para acompañar a su equipo y en cada viaje dieron una lección de civismo, que el episodio de las estelades no puede poner en tela de juicio.
Por ese motivo, uno de los argumentos que utilizó el Barcelona en sus alegaciones y que parece ser que los comisarios no han
entendido es que se trata de una bandera que forma parte de la normalidad de Catalunya. Multar y querer sancionar el lucimiento de estelades incluso se podría considerar una censura al anhelo de parte de la sociedad catalana.
“Esta decisión de la UEFA supone un grave ataque a la libertad de expresión y de opinión”, rechazaron la Asamblea Nacional de Catalunya y la Plataforma ProSeleccions. “Son cánticos y símbolos que no son violentos ni están prohibidos en ningún lugar”, protestaron. Precisamente, el pasado jueves durante la campaña electoral en la que estaba inmerso el Barcelona, Josep Maria Bartomeu, aún como candidato, fir- mó el compromiso de país junto a estas dos entidades en el que se comprometía a hacer del Barça “un agente activo en la promoción del proceso de transformación política que está viviendo el país”, dice el comunicado. Ese deseo de cambio se hace visible dos veces por partido en los duelos del Camp Nou cuando la grada grita “independència” a partir del minuto 17 y 14 segundos, sin que la UEFA hubiese detectado nunca que esos cánticos contravenían el artículo 16.2.E.
También mostró su rechazo a la multa el secretario general del Esport de la Generalitat, Ivan Ti- bau, que reveló que ya se intuía que habría una sanción para el Barça. “Ya sabíamos que algo acabaría pasando sobre todo después de todo el ruido que rodeó al asunto”, dijo Tibau en RAC1. “Más que la multa me sabe mal el hecho porque en Berlín se vivió una fiesta. No es bueno multar una actitud así”, dijo para defender a la afición del Barcelona, que expresó sus ideas de forma pacífica y sin discriminar. “Fue una manifestación sin criticar a nadie. La gente sólo expresaba su apoyo a un equipo y a un país”.
“Una afición como la del Barça no se merece esto”, lamentó Marc Bartra desde San Francisco. “Lo importante es que animaron al 100%, que tuvimos a nuestra gente cerca y que ganamos la Champions. No soy partidario de sancionar porque creo que cada uno es libre de expresarse pero la UEFA es la que lo ha decidido”, apuntó el defensa.
El castigo del organismo europeo llegó sólo cuatro días antes de que la comisión Antiviolencia se reúna el próximo lunes para estudiar el caso de la pitada al himno durante la final de la Copa del Rey que los blaugrana y el Athletic disputaron en el Camp Nou el 30 de mayo.