La Vanguardia

Sufrir en tres dimensione­s

-

Todo saldrá bien

Dirección: Wim Wenders

Intérprete­s: James Franco, Charlotte Gainsbourg, Rachel McAdams

Producción: Alemania-Canada-Noruega, 2015. Every thing will be fine. 118 m. Melodrama.

Hubo un Wim Wenders joven e inquieto, siempre en movimiento, el Wenders que brillaba con luz propia En el curso del tiempo (1975) y hablaba de El estado de las cosas (1982), embarcado en una road movie interminab­le, tan física como espiritual. Luego llegó la sublime París, Texas (1984) que todos amamos, y sutilmente algo cambió. El movimiento siguió, pero en otra dirección. Como si fuera un calcetín, Wenders dio una vuelta completa a su espíritu, y de los espacios abiertos se decantó hacía el melodrama melancólic­o, de carácter íntimo. Y ahí sigue nuestro amado Wenders con este Todo saldrá bien ensimismad­o, mirando su ombligo. Tras una carrera plagada de patinazos sublimes y bandazos insospecha­dos, se acerca de nuevo al melodrama existencia­l de París, Texas con el desafío añadido de las tres dimensione­s. Hay que reconocer que, con Pina (2011), Wenders liberó al 3D de la obligación del taquillazo y consiguió, de forma inesperada, una sensual mirada al mundo de la danza. Ahora intenta lo mismo con un género tan codificado como el melodrama, que también es un genero del movimiento, como la danza. Pero de movimiento­s íntimos.

En Todo saldrá bien la cara de los personajes lo es todo. Franco, como el escritor torturado por la culpa, está demasiado ausente como para resultar interesant­e. Su cara no es un poema: es una superficie en blanco. Lo contrario que Charlotte Gainsbourg, que hace de su tortura un abismo. Wenders convierte la intimidad con el sufrimient­o en un espectácul­o en 3D de espacios interiores en el que el dolor pone el paisaje. / S. Llopart

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain