Koopman abre Bachcelona
Bach toma Barcelona durante seis días. El festival Bachcelona vuelve con fuerza en su tercera edición y ofrecerá hasta el martes 19 propuestas relacionadas con el genial compositor alemán en la Catedral, Santa Maria del Pi, el patio del museo Frederic Marès, la Capella de l’Esperança, la Filmoteca de Catalunya y, por supuesto, el Palau de la Música, donde actúa –ayer y hoy– la estrella indiscutible del festival, el holandés Ton Koopman, junto a solistas de su Amsterdam Baroque Orchestra, que fundó en 1979.
Koopman, clavecinista, organista, director de orquesta, discípulo de Gustav Leonhardt, ha sido una de las figuras clave de la recuperación de la música barroca con instrumentos y criterios de época y si ayer dirigió e interpretó un diálogo entre Bach y Vivaldi con conciertos para dos, tres y cuatro clavicémbalos, algunos arreglados por él mismo, hoy (20 h) propone la Ofrenda musical BWV 1079, nacida del encuentro de Bach con Federico II de Prusia, una lección magistral de contrapunto.
Koopman explica que para él Bach “es el compositor central de toda la historia de la música. Es el gran genio, como Leonardo da Vinci, Miguel Ángel. Si al- guien se le ha acercado es Monteverdi. En Bach hay un increíble equilibrio entre lo intelectual y lo emocional. Sus armonías pueden tocar tu corazón como un infarto, y es interesante ver que la gente, crea en la religión o no, cuando oye sus cantatas evoluciona espiritual- mente hacia ella. Es el único que puede lograrlo”.
En el programa de Bachcelona hay desde cine ( Mein Name ist Bach, Sunrise), al cello de Clara Pouvreau, el Ensemble Le Tendre Amour, el órgano de Sebastian Küchler-Blessing, una nueva entrega del ciclo integral de las cantatas de Bach en formato participativo por el coro y ensemble BZM y versiones de Bach pasadas por el jazz a cargo de Llibert Fortuny, Mireia Farrè y Manel Camp.