Quintana anuncia que su terreno llega ahora y sueña con dar el vuelco
“Mañana será otra etapa y ya habrá puertos duros. Es un día con mucho desnivel y esperamos que a Froome le pase factura y que no me la pase a mí”. Es el pronóstico, el sueño, la ilusión, que hoy quiere convertir en realidad Nairo Quintana. Lleva días especulando con sus opciones y esperando que llegue el gran día. Hoy, camino de La Toussuire, con un puerto de primera de salida, desde el primer kilómetro, con la gigantesca Croix de Fer en el camino, tiene la oportunidad de su vida. “Tenía señalados estos lugares, los conozco bien, ahora se trata de que la montaña me trate bien”, explicó. Luego le preguntaron por su relación con el líder: “Bien, nos saludamos sin más, me parece un buen hombre”. Y volvió a la carga: “La Toussuire es un final muy bonito, pero lógicamente el Alpe d’Huez tiene más nombre y repercusión”.
No en vano fue el escenario del mítico triunfo del jardinerito Lucho Herrera en 1984, la primera etapa que ganaba un colombiano en el Tour de Francia, un hito inolvidable en el país sudamericano que este año cuenta de nuevo con una nutrida presencia de periodistas que retransmiten y comentan las etapas. Y recordó ese instante de ayer, cuando dio la impresión de que Froome tardaba algo más de la cuenta en responder a su ataque: “Son pequeños mensajes que juegan a mi favor y a mi moral. Pero lo que se avecina es diferente, y el Alpe d’Huez...”.
En cambio, otros competidores han cambiado ya su objetivo. El de Contador, según se desprende de sus palabras, es el podio. “Voy a seguir probando, pero para que Alejandro (Valverde) no estuviera en el podio tendría que suceder una catástrofe. Haciéndolo normal no se le escapa”, señaló el madrileño. En su valoración de ayer indicó: “Si me dicen al salir que iba a llegar con el grupo (de Froome) no me lo habría creído. Ha sido uno de los días más duros que he vivido nunca en una bici”. Y de las heridas que arrastra de la caída del miércoles, “ya lo veis cómo están, al descubierto. Con el sudor se despega todo. Ahora me curan otra vez”.
Valverde mantiene su extrañeza con Froome: “Parece que va mal y luego tira fuerte para arriba”. Y ante una cierta insistencia en enfrentarlo con Contador, replicó: “Tenemos un pique pero deportivo, en la carrera. Él hace la suya y yo la mía, él está en un equipo y yo en otro”. Y todos a la espera de nuevas dificultades. Como debe cantar Quintana: “Hoy puede ser un gran día”.