Aguirre celebra el archivo de dos denuncias en su contra
El esperpéntico incidente de tráfico que protagonizó Esperanza Aguirre el 3 de abril del año pasado –tras estacionar su coche en el carril bus en plena Gran Vía para sacar dinero de un cajero y después escapar de los municipales–, quedó ayer solventado definitivamente por un juzgado de instrucción de plaza de Castilla. En apenas tres folios, que concluyen con una simple disposición: “Sobreseimiento libre y archivo de este procedimiento”.
La denuncia por desobediencia que interpusieron los agentes de movilidad embarrancó en el mismo momento en que la reforma del Código Penal que entró en vigor el pasado 30 de marzo despenalizó la falta de desobediencia, según recuerda el juez, que igualmente ha dejado sin efecto el juicio de faltas que estaba ya señalado para celebrarse el próximo mes de octubre. Así que ni delito ni falta, lo cual celebró ayer la propia Aguirre, tras recordar que ya pidió perdón por el incidente y volver a admitir que “estuvo mal” estacionar en el citado carril bus. La todavía presidenta del PP de Madrid, y portavoz popular en el Ayuntamiento, reiteró que cuando entregó toda la documentación a los agentes de movilidad y ya le habían puesto la multa, preguntó si podía marcharse y uno de ellos le respondió que aún debía darle el resguardo. “Si no le gusta el procedimiento, se lo dice a su amiguita Ana Botella”, le espetó el agente, en referencia a la entonces alcaldesa de Madrid, tras lo que Aguirre optó por poner pies en polvorosa.
Doble celebración, pues, para la otrora lideresa de Madrid, ya que también se ha archivado la querella que Podemos presentó en su contra por injurias, después de que afirmara que el partido de Pablo Iglesias “estaba con ETA”. “Una magnífica noticia”, zanjó Aguirre.