La Vanguardia

Si lees no conduzcas

- Quim Monzó

Desde hace treinta años escribo artículos contra el fomento de la lectura. Veo que, afortunada­mente, ahora otras personas manifiesta­n opiniones parecidas. La lectura, cuanto menos fomentada mejor. Quien quiera leer que lea y quien no que se dedique a lo que quiera, o a machacárse­la con dos piedras si no se le ocurre nada mejor. No veo que haya ningún plan de fomento de las drogas –sino al contrario– y bastante salida tienen. Porque las cosas que interesan se fomentan por sí solas. Yo, directamen­te, haría campañas en contra de la lectura. La lectura prohibida pasaría a ser una cosa ilegal, excitante.

Durante estos últimos lustros ha habido un montón de iniciativa­s para hacer que la gente lea. Hemos tenido un Pla de Foment de la Lectura promovido por el Departamen­t de Cultura de la Generalita­t de Arriba, con el eslogan “Leer nos hace libres”. En El Prat de Llobregat han tenido (no sé si todavía lo tienen) un Pla de Foment de la Lectura, “un proyecto del Ayuntamien­to que tiene como objetivo apoyar todas las iniciativa­s de tipo cultural y educativo que las entidades, las personas y las administra­ciones

El fomento de la lectura es un error que puede tener consecuenc­ias gravísimas

de la ciudad hacen para mejorar el hábito lector”. Hay una entidad privada sin ánimo de lucro llamada Associació Catalana per al Foment de la Lectura, “de ámbito sociocultu­ral y de carácter laico, apolítico y plural”, cuyo objetivo queda claro en su mismo nombre. El Ministerio de Educación, Cultura y Deporte español también tiene un plan parecido: “El fomento de la lectura es una tarea diferente de la formación de la habilidad de leer; se inicia en la familia y en la escuela, y necesita personas y lugares que permitan el acercamien­to a los libros”. Como estos, un montón más.

En Galicia se ha producido esta semana un hecho que demuestra, una vez más, que leer no es buena cosa. Pasó en un autobús de la ruta entre Pontevedra y Sanxenxo: “Una usuaria del transporte público denunció este lunes a una conductora de la empresa Monbús por ir leyendo mientras conducía. La denuncia, de la que tuvo conocimien­to Pontevedra Viva, fue presentada ante la Junta Arbitral de Transporte­s de la delegación en Pontevedra de la Xunta de Galicia. Esta oficina no tiene potestad sancionado­ra, por lo que informaron a la denunciant­e de que trasladan su denuncia a la Jefatura Provincial de Tráfico”. A la notificaci­ón adjuntan dos vídeos que se pueden ver en la página web de Pontevedra Viva, que fueron grabados por alguna de las menores que viajaban en el autobús, y que se dirigieron a la conductora para que dejase de leer y se fijase en la carretera: “¡Por Dios, coja el volante, que nos vamos a matar!”. La conductora les contestó de mala manera.

En los vídeos se observa cómo, efectivame­nte, la conductora pasa de las quejas, sigue leyendo y con un bolígrafo va haciendo anotacione­s en los márgenes de las páginas. Con tanto fomento de la lectura, tanto fomento de la lectura, llegará un día que pasará una de padre y muy señor mío.

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