Un Bach cercano
Bachcelona
Intérpretes: Clara Pouvreau (cello), Le Tendre Amour, Cor i Ensemble BZM Lugar y fecha: Casa Galí-Bohigas y Basílica del Pi (25/VII/2015); Capella de l’Esperança (28/VII/2015)
Culmina esta nueva semana dedicada a Bach que lleva adelante el grupo BZM, que ha lamentado la pérdida de uno de sus benefactores, Leopoldo Rodès.
El nombre del pequeño festival Bachcelona ya sintetiza varias de sus particularidades: el centro de atención, su localización, y una cierta espontaneidad que se ve en el día a día: felizmente los músicos visten de colores cotidianos, hay un coro participativo, y se apuesta por la formación y el patrimonio que son nuestros intérpretes. Precisamente la última sesión en la Capella de l’Esperança fue protagonizada por quienes disfrutaron de una beca Bach patrocinada por Salvat; cuatro voces jóvenes con posibilidades que hicieron arias de diversas cantatas acompañados por buenos solistas de flauta, oboe, clave y violín y, algo menos, de viola da gamba, instrumento fundamental que Bach dedica a la expresión más sublime. La armonía es otro elemento básico que, en un cuarteto vocal, no es solo cuestión acórdica sino también de homogeneidad, y es imprescindible saber moderar el volumen individual. Espero que puedan seguir trabajando con buenos maestros.
Entre los múltiples actos para todo pú- blico, otros dos llamaban la atención: en el Pi pudimos escuchar el Motete Jesu, meine Freude (una joya formal y expresiva) y la Cantata BWV 45 escrita para el 8º domingo después de la Trinidad, es decir, en su fecha, otro rasgo a distinguir. Y creo que en este sentido se debería ahondar un poco más en la información de los programas. Nuevamente buen trabajo del Cor BZM que dirige Pau Jorquera, de los solistas instrumentales (la cellista Montserrat Colomé, el órgano de Daniel Tarrida –un continuo sólido–, el oboe de Katy Elkin y las flautas de Michel Brun y Sébastien Perrin), y de las magníficas voces (en timbre, dicción, carácter) de Fabio Lesuisse (bajo), Jorge Navarro (tenor) y la contralto Dida Castro, de la Beca Bach.
Otra experiencia singular fueron un par de recitales en casas privadas, y en la tan agradable de Galí-Bohigas pudimos disfrutar de suites de Bach por una joven cellista francesa radicada en Barcelona, Clara Pouvreau, cuyas bien encaminadas suites mostraron momentos sutiles.