Las ventas de Desigual caen tras dos décadas de crecimiento
La facturación se hunde el 9% en tres meses y la firma revisa el modelo
El modelo de crecimiento acelerado de Desigual, basado en una agresiva expansión y que ha funcionado a toda máquina durante casi dos décadas, empieza a dar síntomas de agotamiento. Entre abril y junio, las ventas de la firma se desplomaron más de un 9,1%, según las cuentas semestrales que presentó ayer su accionista francés, Eurazeo, que señala además que “las ventas del mes de julio están en línea con las del segundo trimestre”. En la primera mitad del año, la firma propiedad al 90% de Thomas Meyer y con sede en Barcelona, registró unas ventas de 451,9 millones de euros, un 0,2% menos, que Eurazeo justifica por la “limitada contribución de nuevas tiendas abiertas en los últimos doce meses”.
La caída de las ventas durante el primer semestre se concentró en los dos principales mercados de la marca, España y Francia, con descensos del 5% y el 4% respectivamente, mientras el mercado alemán se mantuvo plano y el italiano creció un 7%. Por su parte, los mercados emergentes de Latinoamérica y Asia siguen en crecimientos de dos dígitos con un 36% y un 24% respectivamente. Por su parte, el beneficio bruto de explotación (ebidta) de la compañía cayó un 26% respecto al primer semestre del año anterior hasta los 92,1 millones de euros, debido, según Eurazeo, “al incremento de los costes de las tiendas propias por las nuevas aperturas mientras las ventas se mantuvieron planas”.
Después de cerca de dos décadas de crecimiento, en la que la compañía fundada en 1986 pasó de vender en cuatro países a hacerlo en más de 100 y multiplicó sus ventas desde los 8 millones en el 2002 hasta los cerca de mil millones el pasado ejercicio, Desigual afronta una etapa de reflexión “para revisar a fondo la organización del grupo, para fortalecer la innovación de producto y optimizar la red de tiendas vía reubicaciones y cierres junto a un número limitado de aperturas”.
Desde la compañía, Cristina Trujillo, directora de estrategia y miembro del consejo de administración y del comité de dirección, explica que “será el propio Thomas Meyer quien pilotará la nueva etapa de la empresa”, después del cese fulminante de Manel Jadraque como director general el pasado mes de mayo. El rumbo de la compañía de los próximos años quedará establecido en un plan estratégico “previsto para finales de este 2015”. Pero las líneas maestras ya están marcadas y se están aplicando ahora mismo desde la sede en la playa de Barcelona: habrá cambios organizativos, ideas frescas en el área de producto y una racionalización de la red de tiendas. “El año pasado abrimos 120 tiendas, este año ce- rraremos con unas 40 o 50 aperturas, y ya lo notamos en las ventas”, asegura Trujillo. Habrá cierres concretos, señala, pero también se seguirán abriendo establecimientos considerados estratégicos. “También hemos frenado la política promocional agresiva y en adelante queremos mantener los precios más estables”, añade.
En los últimos años, gracias a su fuerte crecimiento, Desigual ha adquirido dimensiones de multinacional y sus prendas coloristas se distribuyen en más de 100 mercados a través de 17 canales de venta diferentes. La marca se ha expandido también en categorías hasta alcanzar ocho tipologías de productos diferentes, desde las clásicas mujer, hombre y niño hasta las más innovadoras, como sport o textil hogar. “El modelo ha alcanzado tal complejidad que hay que volver a poner orden”, afirma la directiva.
La compañía tiene 548 tiendas (entre propias y franquicias), además de estar presente en 7.500 multimarcas y más de 2.800 córners en grandes almacenes y cuenta con 5.000 trabajadores. Desde la empresa apuntan que el giro de la compañía no prevé una reducción de plantilla.
Thomas Meyer será quien pilote la nueva etapa de la empresa tras el cese fulminante de Jadraque