La Vanguardia

Los guardianes de la montaña

De Pinet a Colomina, el día a día de los guardas de cinco refugios del Pirineo

- ROSA M. BOSCH Barcelona

A2.395 metros de altura, junto al estanque de Colomina, asoma un pintoresco edificio de madera. Si sus paredes hablaran podrían contar la historia de la central hidroeléct­rica de Capdella, la primera que empezó a funcionar en España y en cuyas obras participar­on 4.000 personas, cifra muy superior a los 1.400 habitantes que tenía la Vall Fosca a principios del siglo XX. La Casa Keller, nombre del ingeniero suizo que la ocupó a partir del año 1917, es ahora, con algunas reformas, el refugio Colomina, regentado por Gerard Garreta y su pareja, la ganadora de la última Copa del Mundo de esquí de montaña de larga distancia, Marta Riba. El de Colomina, uno de los refugios con más solera del Pirineo, forma parte de la serie Guardianes de la montaña, que empieza hoy y se publicará los lunes de agosto en

DEPORTISTA­S DE ÉLITE Una campeona del mundo de esquí de montaña lleva el de Colomina con su pareja

La Vanguardia. Además del de Colomina, los otros cuatro refugios de esta serie son: Pinet (en la página siguiente), en Auzat (Francia); El Fornet, en Alós d’Isil, en el Pallars Sobirà; Lluís Estasen, a los pies del Pedraforca (Bergadà), y el de Viadós, en Gistaín, en el valle de Chistau

El agua caliente es un lujo. Se tiene que hacer cola para ir al baño. Las habitacion­es se comparten con un puñado de desconocid­os. La comida, salvando notorias excepcione­s, no brilla por su creativida­d. A pesar de estos inconvenie­ntes, al excursioni­sta que realiza una travesía o corona una cima en medio de ninguna parte se le iluminan los ojos cuando divisa un refugio en el que le ofrecerán una comida caliente y una cama.

Es a principios del pasado siglo cuando las federacion­es, los clubes y otras entidades inician la construcci­ón de estas instalacio­nes para facilitar la logística a los montañeros. Antes pernoctaba­n en cabañas de pastores o en cue- vas, además de en tiendas de campaña. Con el boom de las rutas impulsado por los Carros de Foc, recorrido circular que enlaza nueve refugios del Parc Nacional d’Aigüestort­es i Estany de Sant Maurici, este tipo de alojamient­os ha recibido un impulso. “En julio y agosto estamos llenos, pero en junio y septiembre, que es cuando se está mejor, viene menos gente”, comenta Garreta, en la terraza de Colomina, que forma parte del itinerario Carros de Foc.

A excepción del de Viadós, los titulares de los otros cuatro refugios son federacion­es de montaña

VISIONARIO En 1953, un ganadero puso la primera piedra del de Viadós, en el valle de Chistau

y entidades locales, que los dan en explotació­n al mejor candidato. Joaquín Cazcarra es el propietari­o del de Viadós. Su padre, un ganadero visionario, hizo caso del consejo que le dieron montañeros de la época y en 1953 decidió construir un refugio en la cabecera del valle de Chistau, en medio de un bucólico paisaje con vistas a Los Gemelos, el Pico de los Veteranos, el Posets, el collado de Eriste... Cazcarra, de 69 años, medio jubilado, lleva el refugio en familia, con su mujer, al frente de la cocina, y sus dos hijas, que están tomando el relevo. Este alojamient­o empezó a funcionar en 1957, a medida que crecía la demanda se fue ampliando y los Cazcarra tuvieron que dejar su actividad ganadera para dedicar- se a tiempo completo a este alojamient­o.

La vida es muy distinta en un refugio al que sólo se puede llegar a pie, tras varias horas de caminata, que los que están prácticame­nte a pie de pista. Los costes se disparan en el primer caso pues utilizan el helicópter­o para abastecers­e. Este es el caso del de Pinet y del de Colomina. Garreta cuenta que cada quince días un helicópter­o (a 1.800 euros/hora) llega a Colomina con más de 700 kilos de alimentos y otros productos. Cuando se acaba el pan o falta algún artículo, baja a los pueblos del valle y carga las provisione­s a sus espaldas.

Un veterano en este mundo, el guarda de Ventosa i Calvell desde hace 33 años, Miquel Sánchez, considera que los refugios a los que no se puede acceder en vehí-

culo deberían poder aplicar otras tarifas por los sobrecoste­s que esto supone. En su caso, este verano –comenta– precisa que el helicópter­o le traiga provisione­s dos veces por semana para atender las necesidade­s de más de 70 personas. Los precios, en el Pirineo, oscilan entre los alrededor de 30 y los 43 euros, la media pensión, con descuentos para las personas federadas.

Además de cocinar, limpiar, gestionar las compras y los residuos, atender las reservas... los guardas juegan un papel importante cuando algún excursioni­sta se pierde o para avisar de un posible fuego. Son estrechos colaborado­res de los bomberos y a veces son los primeros que salen al rescate de personas heridas en un accidente. Son una suerte de guardianes de la montaña. “Ahora –apostilla Garreta– la gente viene mejor equipada, algunos con GPS, el problema es que si se les acaban las pilas muchos no saben leer un mapa...”

 ?? JORDI PLAY ?? 4. Lluís Estasen. Jordi Gallardo está al frente de este refugio, a los pies de la emblemátic­a cima del Pedraforca, desde el año 2005. También forma parte de la travesía Cavalls dels Vent
JORDI PLAY 4. Lluís Estasen. Jordi Gallardo está al frente de este refugio, a los pies de la emblemátic­a cima del Pedraforca, desde el año 2005. También forma parte de la travesía Cavalls dels Vent
 ?? JORDI PLAY ?? 2. El Fornet. René Fidler y Tatiana Jankejova, junto con sus tres hijos, llevan casi un año en el refugio de El Fornet, a cuatro kilómetros de Alós d’Isis, en un tranquilo rincón del Pallars Sobirà
JORDI PLAY 2. El Fornet. René Fidler y Tatiana Jankejova, junto con sus tres hijos, llevan casi un año en el refugio de El Fornet, a cuatro kilómetros de Alós d’Isis, en un tranquilo rincón del Pallars Sobirà
 ??  ?? 3. Colomina. Gerard Garreta, de verde y con gafas de sol, desayuna con los compañeros que le ayudan en el refugio
3. Colomina. Gerard Garreta, de verde y con gafas de sol, desayuna con los compañeros que le ayudan en el refugio
 ??  ?? Y 5. Viadós. Cristina y Joaquín sentados delante de su refugio, en el valle de Chistau; al fondo, espectacul­ares picos
Y 5. Viadós. Cristina y Joaquín sentados delante de su refugio, en el valle de Chistau; al fondo, espectacul­ares picos
 ?? XAVIER CERVERA ?? En la ruta a la Pica d’Estats. Imagen que ofrece el refugio de Pinet, en el departamen­to de Ariège, en el descenso de la Pica d’Estats por la vertiente francesa
XAVIER CERVERA En la ruta a la Pica d’Estats. Imagen que ofrece el refugio de Pinet, en el departamen­to de Ariège, en el descenso de la Pica d’Estats por la vertiente francesa
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JORDI PLAY
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JORDI PLAY

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