La Vanguardia

Nadal persigue el tercer título del año

- ALFRED BELLOSTAS Barcelona

La temporada está siendo complicada para Rafa Nadal. Nada que ver con los años gloriosos en los que sumaba muchos títulos y dominaba la clasificac­ión de la ATP. Tras las decepcione­s de Roland Garros y Wimbledon, el manacorens­e reapareció esta semana en Hamburgo, un torneo en el que ha ido claramente de menos a más hasta alcanzar la final después de superar ayer a Andreas Seppi por 6-1, 6-2 en 1h20m. No siguió el mismo camino Feliciano López, que cayó en las semifina- les de Gstaad ante Dominique Thiem por 6-3, 6-7 (5), 6-3. El austriaco ha ganado los tres encuentros en los que se ha enfrentado al toledano, dos de ellos este mismo año –el anterior fue en el Masters de Miami–.

La de esta tarde será la cuarta final de Rafa Nadal este año. Ganó las de Stuttgart y Buenos Aires, y perdió la del Masters de Madrid. Es un año atípico. No hay duda. Ningún título importante acompaña al tenista balear, que no encuentra la fórmula que le permita recuperar la confianza que tenía antaño. Una motivación que le permitió conquistar nada menos que 66 trofeos en la ATP, entre los que se encuentran 14 Grand Slams y 27 Masters 1.000.

Pese a la contundenc­ia del resultado, el partido tuvo un momento de incertidum­bre para Nadal, que había dominado con mucha facilidad el primer set después de adelantars­e por 5-0 en sólo 25 minutos. Acabada esa manga, el manacorens­e tuvo un problema físico en el inicio del segundo set y pidió los servicios del fisioterap­euta al sentir molestias en el pecho. Estirado en el suelo, fue sometido a estiramien­tos en la zona afectada, se tomó una pastilla y poco después volvió al parti- do con la misma efectivida­d mostrada antes.

En el camino hacia el segundo título en Hamburgo –el anterior es del 2008 con victoria en el duelo decisivo ante Federer–, Nadal sentenció con un 6-2 inapelable. Su rival en la final de hoy será el italiano Fabio Fognini, que cumplió los pronóstico­s ante el francés Lucas Pouille por 6-2, 7-6 (2), un jugador que llegó hasta las semifinale­s desde la fase previa. Fognini eliminó a Nadal en los octavos de final del pasado Trofeo Conde de Godó.

Cuestionad­o por las molestias físicas que tuvo, Nadal explicó que “no fue ningún gran problema. Me dio un tirón en un músculo en la zona de las costillas”. “Es estupendo volver a estar en la final –agregó el jugador balear– en un lugar donde hacía mucho que no estaba. Asimismo, en su parlamento al concluir el partido, Nadal bromeó con los espectador­es en referencia al mal tiempo que ha habido estos días en Hamburgo, aunque ayer volvió a lucir el sol y subió la temperatur­a. “Desde el viernes al jueves pensé: ‘¿Qué hace esta gente aquí? ¿Por qué no están en Mallorca?’”, dijo Nadal con una sonrisa en los labios.

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