La nueva Chocolat Factory
La firma supera su peor momento, factura 4,6 millones y prevé volver a beneficios en el 2017
Chocolat Factory, empresa catalana especializada en la producción artesanal de chocolate, afronta con optimismo la recta final del plan de viabilidad iniciado en el 2011 y con vencimiento a cinco años. La compañía fue fundada en 1997 por Michel Laline y Titus Ruiz, que actualmente mantienen cada uno un 20% del capital y, cuando llegó la crisis, buscaron nuevos accionistas para revertir un contexto de reducción de ventas y gran endeudamiento. Entonces, en el 2011, Josep Font se hizo con el 60% de la compañía (a través de ICE), con el objetivo de sanear sus balances mediante un plan de viabilidad que pasaba por centrarse en el mercado nacional, reubicar o eliminar tiendas con poca facturación y reorganizar la producción y sustituir productos importados por otros de fabricación propia. Según Josep Font, “se trataba de elaborar un plan que contara con una inyección de capital significativa, que permitiera reducir personal y deuda bancaria, además de reestructurar los puntos de venta, sanear las cuentas y ajustar la empresa acorde con el mercado español.”
Durante los tres primeros años, se cerraron las tiendas de Singapur y Shanghai y desde un nivel máximo de negocio de 4,8 millones registrado en el 2010, las ventas bajaron hasta un mí- nimo de 3,9 millones en el 2013. En la actualidad, la empresa ha disminuido sus pérdidas de 1,4 millones hasta 68.000 euros, cuenta ya con 78 trabajadores y 27 tiendas, de las cuales 15 son de propiedad y 12 son franquiciadas, en España y Andorra, respecto al máximo de 110 empleados y 36 tiendas del año 2010. Su facturación alcanza prácticamente los 4,6 millones y tiene una previsión de crecimiento del 2%, con lo que espera volver a entrar en beneficios en el 2017. Según Vladimir Fi-leski, director general de Chocolat Factory junto a Aida Font, “hemos llevado a cabo una revolución con el fin de relanzar nuestro proyecto empresarial sometido a unas nuevas condiciones estratégicas, operativas y de personal”.
Desde el verano pasado, Chocolat Factory ha reconvertido su obrador de Sant Cugat del Vallès para especializarse en productos de chocolate sin gluten, grageas con kikos y otras especialidades. Con la entrada de su nuevo maestro chocolatero, Jordi Farrés, se trabaja cuidadosamente la calidad y el diseño del chocolate con el objetivo de fidelizar al consumidor final. A partir de septiembre, Chocolat Factory lanzará una nueva gama de productos, al más puro estilo Willy Wonka, llenos de imaginación, desde las placas tectónicas de “The origin”, hasta la carta de Hiroshi, pasando por la flecha de Cupido.
La empresa, que dio entrada en el 2011 a un nuevo socio, cuenta con 27 tiendas en España y Andorra