El drama de un camión patera en Austria sacude a Europa
Decenas de emigrantes mueren asfixiados en el vehículo frigorífico Naufraga un barco con centenares de personas frente a Libia
Transportes cárnicos. El vehículo en el que murieron los emigrantes –en la foto, observado por miembros de la policía austriaca– estaba acondicionado para transportes cárnicos, perteneció a una empresa eslovaca y llevaba matrícula húngara
Dejaron atrás sus casas y sus países para salvar sus vidas y llegaron hasta la rica Europa, hasta el corazón del antiguo imperio austrohúngaro, pero lejos de cumplir sus sueños acabaron encontrando la muerte en un camión frigorífico abandonado en el carril de emergencia de una autopista cerca de Viena.
Ese fue el final del viaje de unas 50 personas cuyos cadáveres fueron descubiertos ayer por la mañana por la policía austriaca en estado de descomposición. El vehículo, diseñado para el transporte de productos cárnicos y con matrícula húngara, llevaba varios días abandonado en plena autopista, a 40 kilómetros de Viena en dirección de Budapest. Pertenecía originalmente a una compañía cárnica eslovaca, Hyza, pero fue vendido el año pasado y sus nuevos propietarios no retiraron los rótulos. La policía apuntó a un grupo de personas vinculada a una constructora eslovaca como posibles responsables de la muerte de estas personas, posiblemente por asfixia.
El trágico hallazgo coincidió con la celebración en Viena de una cumbre de la Unión Europea con seis países de los Balcanes occidentales, aspirantes a la adhesión, un encuentro ensombrecido por la crisis migratoria.
“Estamos todos conmocionados por esta espantosa noticia”, declaró la canciller Angela Merkel en la rueda de prensa final del encuentro. “Estoy convencida de que Europa, como continente rico, está en situación de resolver el problema”, dijo, y pidió abordarlo “con espíritu europeo, es decir, con espíritu soli- dario”. “Esto demuestra una vez más lo necesario que es salvar vidas y luchar contra los traficantes de personas”, enfatizó el canciller austriaco Werner Faymann.
Europa se encuentra en el carril de emergencia, paralizada. Las propuestas de la Comisión Europea de repartir y recolocar mediante cuotas vinculantes a 40.000 demandantes de asilo procedentes de Siria y Eritrea (considerados en mayor necesidad de protección internacional) chocaron con una fuerte oposición la pasada primavera. Sólo las propuestas para reforzar la vigilancia marítima frente a Libia y las medidas contra los traficantes de seres humanos salieron adelante. El mar Mediterráneo sigue siendo una vía de entrada, pero ahora los flujos migratorios se han intensificado por tierra, por la llamada ruta balcánica, procedentes sobre todo de Siria, Kosovo y Afganistán. Esta situación llevó ayer a los dirigentes de la región a hacer duros reproches a la Unión Europea por su fallida política migratoria. “Nos enfrentamos a la mayor crisis de refugiados desde la Segunda Guerra Mundial, una auténtica migración de personas”, recalcó el ministro de Exteriores de Serbia, Ivica Dacic, ironizando con que su país no sea más que una zona de tránsito y que sea a ellos “a quien se pida que presente un plan de acción”. En lo que va de año, 94.000 personas procedentes de Siria y Afganistán han pasado por Serbia rumbo a la UE, según su Gobierno. “Tengo que decirlo con crudeza: somos nosotros los que nos estamos llevando la peor parte”, dijo Dacic al término de la cumbre eurobalcánica, en línea con las críticas lanzadas por los dirigentes de Macedonia, que la semana pasada trató de retener a decenas de miles
Al inspeccionar un camión frigorífico abandonado, la policía austriaca encontró decenas de cadáveres Unas 94.000 personas procedentes de Siria y Afganistán han pasado este año por Serbia rumbo a la UE
de personas que trataban de cruzar a Serbia. Los Balcanes son no sólo países de tránsito de los emigrantes sino también origen de muchos de ellos. Alemania cree que la mitad de los 800.000 que calcula recibir este años procederán de la antigua Yugoslavia. En el primer semestre del 2015, ha recibido casi tantas solici-
tudes de asilo de Siria (34.428) como de Kosovo (31.400), peticiones a las que se suman las casi 40.000 presentadas por albaneses y serbios. “Sólo en casos excepcionales las peticiones de asilo de personas procedentes de los Balcanes Occidentales son aceptadas”, advierte un vídeo de la campaña lanzada este verano por la oficina de inmigración para intentar disuadir a quie- nes tengan planes de emigrar. La situación actual ha llevado a una importante escalada racista cuya virulencia (20 centros de acogida de refugiados han sido incendiados en lo que va de año) inquieta seriamente a las autoridades alemanas. El ministro de Justicia, Heiko Maas, se ha puesto en contacto con Facebook para que actúe con más diligencia cuando se detectan comentarios racistas en su red. Es incomprensible que “las fotos de ciertas partes del cuerpo se borren automáticamente por preocupaciones morales y que no se haga lo mismo con declaraciones racistas y xenófobas”, afirma el ministro en la carta remitida a la compañía, después de que muchos usuarios alemanes se quejaran de su inacción incluso en los casos en que se ha denunciado ciertos comentarios.
A escala europea, Berlín reclama a los países fronterizos un mejor control de las llegadas y una expul- sión más rápida de las personas que no cumplen los requisitos para pedir asilo mediante la adopción de una lista común de países seguros, entre los que quiere incluir a los balcánicos. Como contrapartida, el resto de países, grandes o pequeños, más o menos ricos, deberán demostrar su solidaridad y acoger a parte de los recién llegados, para reequilibrar las muy dispares cifras de acogida actuales. “Hay 18 países en la UE que, en total, han recibido menos refugiados que Alemania”, apuntó el ministro austriaco de Exteriores, Sebastian Kurz.
Mientras Europa central descubre la tragedia, esta continúa en aguas del Mediterráneo. Un barco cargado con inmigrantes y refugia- dos se hundió ayer frente a la costa de la ciudad libia de Zuwara y las autoridades informaron de que podría haber cientos de muertos. Un responsable de seguridad en Zuwara, que pidió no ser identificado, indicó que había cientos de personas a bordo y algunas aparentemente estaban atrapadas en la bodega del barco cuando naufragó.
“Unos cien inmigrantes han sobrevivido”, afirmó, añadiendo que las operaciones de rescate continuaban. Otro responsable local y un periodista con base en Zuwara confirmaron el hundimiento.Los inmigrantes a bordo procedían del África subsahariana, Pakistán, Siria, Marruecos y Bangladesh, según el responsable de seguridad.