Google desdeña la acusación de monopolio de la UE
El servidor desafía a Competencia al tachar de “incorrecto” su pliego de cargos
Después de una investigación de cinco años, el juego de posiciones entre la Unión Europea y Google alcanzó ayer su penúltimo episodio, cuando la multinacional dio por “incorrecto” el pliego de cargos que las autoridades comunitarias redactaron en abril por supuesto abuso de posición dominante. El gigante de las búsquedas era acusado de privilegiar a sus propios servicios y anunciantes en detrimento de terceros al ofrecer sus resultados. Bruselas estudiará ahora las conclusiones de la compañía antes de decidir si la multa por un importe máximo de 6.200 millones de euros, una cantidad poco probable en caso de existir alguna sanción.
Google señala en su respuesta, a cargo de Kent Walker, vicepresidente sénior y consejero general de Google que el pliego de cargos de la UE “no ofrece ningún apoyo” a la afirmación de que la exhibición de los anuncios pagados desvía el tráfico de los servicios de compras.
Según la compañía, las acusaciones no tienen en cuenta “importantes beneficios a consumidores y anunciantes” y, además, el pliego de cargos que le ha presentado Bruselas “no proporciona una teoría legal clara para vincular esta declaración a una solución propuesta”.
Según el buscador, los datos económicos de los últimos diez años “confirman que la búsqueda de productos es firmemente competitiva”. La multinacional observa que las principales webs de compras, Amazon y eBay, tienen actualmente mayor tráfico de usuarios que los anuncios de Google Shopping.
La empresa apunta que, a la hora de ofrecer unos resultados útiles a las personas que buscan compras, tenía que “ir más allá del tradicional modelo de diez enlaces azules”. Eso le permitiría “seguir el ritmo de la competencia” y “ofrecer un mejor servicio” a sus usuarios y anunciantes”.
La compañía americana afirma que uno de sus formatos de resultado de búsquedas aplicado con esa estrategia, y que ha sido denunciado por compañías rivales “no daña la competencia”, sino que “mejora en gran medida la calidad de la publicidad y facilita a los consumidores encontrar lo que buscan”.
En una afirmación crítica sobre las acusaciones de la UE, Google asegura que el pliego “busca una solución peculiar y problemática”. “Precisa –continúa– que mostremos en nuestro espacio publicitario anuncios que provienen y han sido clasificados por otras compañías”. “Esto podría dañar la calidad y la relevancia de nuestros resultados”, concluye.
Google indica que esta condición sólo se le podría exigir si se tratara de una empresa de servicios esenciales, como una de suministro de gas o electricidad, que tienen que ofrecer a sus rivales llegar a los clientes. En su justificación, considera que “dadas las numerosas formas disponibles para llegar a los consumido-
Las autoridades de Competencia podrían imponer un pago máximo de 6.200 millones de euros
res en internet, el pliego de cargos no argumenta que esa norma necesite aplicarse en este caso”.
Todas estas respuestas de Google a las autoridades europeas ante el pliego de cargos parece abrir la posibilidad de una batalla legal en el caso de que la comisaria de Competencia, la danesa Margrethe Vestager, decida imponerle una sanción elevada.
El único comentario ofrecido ayer por la UE es que estudiará “en detalle la respuesta de Google antes de tomar ninguna decisión sobre cómo proceder”. “No queremos prejuzgar el resultado final de la investigación”, explicó el portavoz de Competencia, Ricardo Cardoso, quien tampoco explicó si la compañía había hecho alguna concesión a los requerimientos del pliego de cargos que se redactó en abril. La comisaria Vestager se ha mostrado hasta ahora muy crítica con la posición adoptada por Google.