La vida es cambio
EN verano los periódicos también se relajan. El frenesí de las noticias remite y deja paso a lecturas más sosegadas. Se acaba agosto y antes de regresar a las urgencias de la actualidad, permítanme aconsejarles dos series de reportajes que publica este diario.
La primera es la entrevista ficticia que Xavi Ayén desgrana cada día en el Vivir en Verano. Un magnífico ejercicio de imaginación que consiste en resucitar a personajes míticos fallecidos de forma prematura. Gracias al ingenio del periodista y a su conocimiento preciso de las vidas de esos protagonistas, podemos recrearnos en la lectura de una entrevista a Marilyn Monroe a sus 89 años o a un Elvis Presley dispuesto a actuar en el Sónar a los 80 recién cumplidos. Esas Entrevistas imposibles son una pizca irreverentes con los personajes porque en cierta manera los despoja de su carácter legendario, pero rezuman ternura y son divertidas. Al leerlas nos viene a la memoria aquello de que no cambian las cosas, cambiamos nosotros.
La otra propuesta del verano también nos recuerda el inexorable paso del tiempo. La encontrarán en Internacional bajo el título Lugares con historia, una serie que revisita escenarios de hechos relevantes del pasado. Hoy nos ofrece un ejemplo de cómo la globalización ha colonizado nuestras vidas: en el número 17 de la calle Tibaldi, en Bolonia, donde otrora se erigía la sede del PCI, abre sus puertas una peluquería china. “Debemos evitar los viejos caminos e inventar nuevos”, decía Achille Ochetto para justificar su tránsito del comunismo a la socialdemocracia tras la caída del muro de Berlín. Cierto que la vida es cambio, pero no sé qué debe de pensar el último líder del PCI de que la China comunista instale una muestra de su más descarnado capitalismo en la sede de su antiguo partido.
Disfruten de la lectura antes de volver al trajín y las prisas.