La Vanguardia

Meryl Streep

- GABRIEL LERMAN Nueva York. Servicio especial

ACTRIZ

La actriz estadounid­ense Meryl Streep ofrece una nueva muestra de su brillante versatilid­ad interpreta­tiva dando vida a una veterana rockera en Ricki, filme dirigido por Jonathan Demme y que llega hoy a las carteleras.

No abundan los papeles de protagonis­ta en el cine para las mujeres sesentonas, y cuando los hay, todos van a parar a las manos de Meryl Streep. Al menos eso es lo que parece teniendo en cuenta que quien lidera el ranking de las mujeres nominadas al Oscar ha terminado tres películas, la primera de las cuales llega hoy a nuestras carteleras. En Ricki, esta señora –que, en persona, no podría ser mas formal– encarna a una vieja rockera que regresa a casa, con el esposo y la hija a los que abandonó para seguir sus sueños, papeles que interpreta­n Rick Springfiel­d y la hija de Meryl en la vida real, Mamie Gummer.

¿Es cierto que siempre ha sido una fanática del rock?

Es cierto. Cuando hice No es tan fácil con Nancy Meyers, las dos nos pusimos a hablar y nos dimos cuenta de que ambas estuvimos en el concierto de los Beatles en el estadio Shea en 1965, cuando teníamos 14 años. En aquel entonces no podía creer que mis padres me hubieran dejado conducir hasta Flushing Queens desde Nueva Jersey, donde yo vivía. Esa fue la primera vez que se hacía un concierto en un estadio. Estaban seguros de que no lo iban a llenar, pero allí estuvieron 70.000 adolescent­es. Fue maravillos­o, por- que fue el inicio del rock. Yo viví toda esa época con todo mi corazón. Me acuerdo del día en que Bob Dylan sacó una guitarra eléctrica en Newport y también recuerdo haber ido a ver a los Rolling Stones, en un concierto en el que Mick Jagger apareció con un vestido de terciopelo rojo, algo verdaderam­ente inusual para la época. No sabíamos si era un hombre o una mujer. Lo cierto es que adoro el rock and roll, y no podía creer que a los 65 años alguien me ofreciera el papel protagonis­ta en una película sobre el tema. Me encantó concretar una fantasía a estas alturas de mi vida.

¿Cuál es la diferencia entre cantar en Mamma Mia! y hacerlo en esta película? ¡Mayúscula! En Mamma Mia! el sonido estaba claramente establecid­o, eran las canciones de ABBA, en concreto las cantadas por mujeres, y sentí una gran responsabi­lidad hacia el sonido que Benny y Bjorn habían creado a lo largo de los años. Mientras que, en el caso de Ricki, tenía que ser su propia voz, especialme­nte cuando canta diferentes tipos de rock filtrándol­os a través de su propio sonido.

¿Cómo compararía su trabajo junto a Jonathan Demme en este filme con el que hizo 10 años atrás en El mensajero del miedo?

La primera vez interpreté a un personaje que no terminaba de entender y que no disfruté demasiado. Esta ha sido una de mis experienci­as favoritas en una película, porque me sentí muy libre, libre de todo tipo de ataduras, como el mismo personaje de Ricki.

¿Le dio muchas indicacion­es?

No, no es su costumbre. Pero sin embargo sí me hizo una petición muy específica, que no hablara con mi hija Mamie sobre la película mientras filmábamos. Me pareció un poco raro, pero no se lo discutí. Jonathan es célebre por crear una gran familia con sus

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SONY PICTURES

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