Turquía y Líbano soportan diez veces más refugiados sirios que toda la UE
La guerra ha arrojado fuera de Siria a más de 4 millones de personas desde el 2011
Las cifras son obstinadas. Y abrumadoramente esclarecedoras. La brutal guerra civil de Siria ha arrojado fuera del país, entre marzo del 2011 y agosto del 2015, a más de cuatro millones de personas –exactamente 4.089.023, según los últimos datos de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), que calcula llegar a 4.270.000 a finales de este año– y ha causado otros 7,6 millones de desplazados en el interior de la propia Siria. Sin embargo, y a pesar de la sensación de invasión que atenaza a una parte de los ciudadanos europeos, sólo una pequeña parte de quienes huyen de la guerra y de las atrocidades del Estado Islámico ha llegado a las puertas de Europa, por más que la Unión Europea, dividida sobre la política y los medios a adoptar, se vea completamente desbordada.
El grueso de esta inmensa marea humana, “la mayor población de refugiados de un solo conflicto en una generación” –en palabras del Alto comisario de la ONU para los refugiados, el portugués Antonio Guterres–, ha sido acogido, muchas veces en condiciones extremadamente precarias, fundamentalmente por los países vecinos: Turquía, Líbano, Jordania y Egipto. Pero, de entre todos ellos, son los dos primeros –con 1,9 y 1,1 millones de refugiados respectivamente– los que sopor- tan el fardo más pesado. Juntos, aunque ayudados por la comunidad internacional, han dado cobijo a diez veces más refugiados que la UE, donde se han tramitado 348.540 peticiones de asilo.
Cierto, no todas las personas que han llegado en masa este verano a Grecia e Italia, y las que han seguido después hacia Macedonia, Serbia y Hungría, son refugiados sirios. Hay también afganos, pakistaníes, eritreos, nigeria- nos... algunos huyendo de la opresión y la violencia, otros empujados por motivos económicos. Pero la cifra de 292.000 llegadas en lo que va de año sigue siendo modesta comparada con la situación en los países fronterizos.
“Queremos enviar un mensaje a la Unión Europea –manifestó Guterres a France 24–, esta crisis es gestionable. Hablamos de 292.000 personas que han llegado por mar a Europa, donde residen 508 millones de habitantes. Eso representa un uno por mil. En Líbano, un tercio de la población es siria o palestina. Entonces, comparándola con otras crisis en el mundo, la de Europa es perfectamente gestionable si hay coordinación, responsabilidad, solidaridad y un reparto equitativo entre los países europeos”.
Al margen de España e Italia –tradicionales países receptores de pateras, habituados ya a llevar parte de la carga–, sólo Alemania ha respondido al reto. Bien es cierto que la inmensa mayoría de quienes arriban a Grecia, Macedonia, Serbia y Hungría no pretenden quedarse, sino llegar fundamentalmente a Alemania y Suecia, los dos países más abiertos en materia de asilo. Ante esta presión, el Gobierno alemán, que espera recibir este año 800.000 demandas de protección, ha suspendido el llamado reglamento de Dublín con el fin de facilitar los trámites, en lugar de devolver a los refugiados a los países de tránsito. Pero la UE sigue ausente.
Europa sólo ha tramitado hasta el momento 348.540 demandas de asilo
“La crisis migratoria de este verano es perfectamente gestionable”