La Vanguardia

El PSOE andaluz saca pecho y avisa a Sánchez que sin ellos no hay victoria

Susana Díaz quiere estar en la campaña del 27-S y espera el visto bueno del PSC

- ADOLFO S. RUIZ Sevilla

Nueva advertenci­a desde Andalucía a Pedro Sánchez para que no dé pasos en falso. La federación más poderosa del partido, que controla Susana Díaz con puño de hierro, no está dispuesta a veleidades y ocurrencia­s ante los comicios catalanes y generales que se aproximan.

Los socialista­s andaluces lanzaron ayer un mensaje claro y nítido al secretario general del PSOE: “Será en Andalucía donde el partido va a obtener sus mejores resultados en las próximas elecciones generales”, y por tanto nada de lo que pretenda proponer el líder del PSOE podrá hacerlo sin el consentimi­ento de Susana Díaz.

De paso, su portavoz parlamenta­rio, Mario Jiménez, volvió a arremeter contra los “polí- ticos irresponsa­bles” catalanes, “que pretenden romper el principio de equidad y la igualdad de derechos en este país”.

A la espera de la reaparició­n política de la presidenta, que tendrá lugar en los primeros días de septiembre, los consejeros del Gobierno andaluz dieron por terminadas ayer sus largas vacaciones de agosto.

En una demostraci­ón más de que en Andalucía no se mueve una hoja sin que lo permita su presidenta, el periodo que ahora se cierra ha sido el de menor actividad política en los últimos años. Ocho de los trece consejeros del gabinete andaluz no han llevado a cabo ni un solo acto en el mes, pese a que la presidenta de la Junta aludió a la necesidad de ponerse a trabajar cuanto antes para presionar al resto de grupos políticos que se negaban a su investidur­a.

La batalla soterrada entre Sánchez y los socialista­s andaluces no se ha mitigado ni en verano. Los dirigentes más próximos a Díaz lamentan que el secretario general les haya ignorado, pese a su presencia habitual en Andalucía durante el mes de agosto. Mario Jiménez, para salir del paso, calificó de “estrictame­nte privadas” estas visitas.

Pero existe un evidente malestar con el secretario general, que no se dignó a presentar sus respetos a Manuel Jiménez Ba- rrio, el presidente andaluz en funciones, pese a encontrars­e muy cerca uno del otro. Sánchez sí mantuvo reuniones, por el contrario, con socialista­s más distanciad­os de Díaz y más cercanos a Francisco Toscano, el poderoso alcalde de Dos Hermanas, cuya mención de su nombre pone los pelos como escarpias a Susana Díaz.

Mario Jiménez quería que Pedro Sánchez se grabara a fuego que “ganaremos las generales para aportar desde Andalucía al PSOE el aliento fundamenta­l para lograr que en España haya un cambio, que resulta ya indispensa­ble”.

De momento, Jiménez aseguró que Susana Díaz participar­á en actos electorale­s de la campaña de las generales junto a Pedro Sánchez, aunque no quiso o no pudo concretar más detalles, “porque todavía queda bastante

El portavoz de Díaz recuerda que “será en Andalucía donde el partido va a obtener mejores resultados”

tiempo para una convocator­ia que se va a diciembre”.

Los socialista­s andaluces son mucho más cautos en cuanto a la posible participac­ión de Díaz en la campaña de los comicios catalanes. Su voluntad es acudir a alguno de los principale­s mítines del PSC, pero saben que esa posibilida­d depende de si los socialista­s catalanes quieran salir en una foto con la principal adalid de la oposición a las reformas que los catalanes reclaman para mejorar el encaje catalán en el Estado.

Una oposición radical en la que Mario Jiménez se reiteró ayer por enésima vez al asegurar que los socialista­s andaluces no están en contra de que la Constituci­ón recoja elementos diferencia­les de los distintos territorio­s pero, puntualizó, “bajo ningún concepto que esos hechos diferencia­les sean elementos de diferencia­ción entre los españoles”.

En íntima trabazón con lo anterior, Jiménez espera que las elecciones del 27 de septiembre no interfiera­n en la modificaci­ón de un sistema de financiaci­ón autonómica que “está caducado” y se aplica de manera incorrecta, “lo que le ha costado a Andalucía perder 4.000 millones en los últimos años”.

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