Tener hijos en China
El Gobierno chino se plantea derogar la ley de planificación familiar que sólo permite un hijo por pareja y que se halla vigente desde el año 1979. Un lapso de tiempo que ha conducido, por un lado, a un grave desequilibrio de sexos, y por otro, a una sociedad compuesta mayoritariamente por viejos. En lo concerniente a esto último, ha originado una desestabilización en la esfera económica tanto como en las prestaciones públicas, aunque por supuesto China no se caracteriza por actuar como un Estado providencia. Por otra parte, también hay que tomar en consideración el drama de que son víctimas muchos ancianos y ancianas que se ven desamparados tras el fallecimiento de su único descendiente. Debemos hablar especialmente en masculino por cuanto nacen más niños que niñas, con el resultado de que, tres décadas y media después de la restricción de nacimientos, el número de hombres supera en casi 40 millones el de mujeres.
Prohibición, multas, abortos, programas de esterilización han impedido el nacimiento de millones de criaturas. Las excepciones previstas para poder concebir un segundo hijo requieren múltiples trámites, y pueden aplicarse, más bien aleatoriamente, a parejas en las que ambos carezcan de hermanos o que de entrada hayan tenido una niña. Lo cierto es que la política de hijo único ha desembocado a su vez en una desproporción sexual cuyo fruto palpable es la existencia de 120 niños por cada 100 niñas. Pese a que conocer el sexo del feto no está al alcance de todo el mundo, puesto que existe una prohibición que sólo puede infringirse por medio de dinero, el ansia de hacerse con un varón ha provocado numerosos abortos selectivos.
Tanto la política del Gobierno como las conductas particulares han venido a confirmar una visión obtusa de cara al mañana. Así ha sido al no prever ni el desfase en edades ni el relativo a los sexos. China afronta el futuro con una creciente población de viejos y con la desesperación de muchos hombres por encontrar mujer, lo cual no es raro que desemboque en el rapto o la venta de jóvenes casaderas.
Reconocido el error, ahora se pretende subsanarlo. Crecimiento económico espectacular hasta ahora, enorme desigualdad, infelicidad individual. Contradicciones que el propio apelativo de China, República Popular Socialista cuando practica un capitalismo salvaje, certifica.