Del Boig per Tu al Karma de Drac: los nombres atrevidos de los vinos
No pocas bodegas buscan, con nombres atrevidos o divertidos, quitar trascendencia al vino y acercarse a los jóvenes. Es el caso de productos como El Perro Verde, Palomo Cojo, Cojón de Gato, Teta de Vaca, Cargol Treu Vi, Cap de Ruc, Clos del Gos, Set Tota La Vida, Tinc Set, Roig Boig, El Pispa, La Comedia, Boig per Tu, En Números Vermells, Karma de Drac, Fo- llador, De Puta Madre, El Gran Cerdo, Sin Vivir, Envidia Cochina, Más Amor, La Penitencia, El Pecado, El Hombre Bala, La Mujer Cañón, Gallinas y Focas, 2 Borratxos, De Strankis, Kama Sutra, Delito y Castigo, El Marciano, Ocho Patas…
En Avgvstvs han apostado por segundo año consecutivo, aunque con nuevo diseño de Judith Roca y nueva botella, por el aromático Look. Como afirma el director téc- nico de esta bodega de Sant Vicenç de Calders, Enric Roca, “este es un vino dirigido a un amplio abanico de público, especialmente joven, que no busca complejidades”.
También hay quien cree en “la rebeldía creadora, romper con el pasado e inventar el futuro”. Tras dos años de investigación, un equipo de seis jóvenes veinteañeros sin ningún tipo de tradición vinícola o relación con el sector está comercializando a través de internet un vino azul: Gïk. Con un sabor más dulce y un característico color azul índigo, definen al nuevo vino como “suave y apto para cualquier paladar”. Y es que, tal y como afirman sus creadores, “el vino azul no se adapta al gusto de expertos catadores ni entendidos del sector, sino al de personas normales. Es dulce y fácil de beber, con un sabor accesible a todos”. Añaden que “mientras todas las variedades de vino que han existido hasta la fecha se aferran a normas tradicionales sobre cuánto, dónde y con qué comidas beberlos, Gïk carece de reglas. Se bebe en el momento, lugar y situación que apetece”.
La apuesta más desenfadada ha permitido a los jóvenes mellizos
del Penedès Albert y Àlex Virgili, de 25 años, cosechar un gran éxito con su Txitxarel·lo, un xarel·lo con una botella que incluye hasta 77 insultos en catalán y un “trompímetro”, que señala el nivel de ingesta alcohólica. Lanzaron la primera añada en agosto de 2013 con una producción de 10.000 botellas y ahora ya venden 80.000, a 10 euros. También apuestan por el Vintonic con su también vino blanco del Penedès Vinyet y agua tónica, y por un vino rosado pálido de la DO Catalunya, el Sorbet, con una etiqueta con código QR que explica cómo hacer helado con él. También han presentado el vermut Bandarra, y en septiembre lanzarán al mercado su nuevo tinto Ca- bronet. Incluso se han atrevido con unos maridajes de relatos eróticos y cava que han bautizado como Cavasutra. Albert y Àlex Virgili dicen que han tenido éxito a la hora de conectar con los jóvenes porque ellos, “por suerte o por desgracia”, también son jóvenes, y porque pretenden crear en el consumidor “un primer input fresco y cachondo”, fomentando que el vino sea “una bebida sociable”. El hecho de que provengan de una firma del Penedès tradicional “no muy conocida”, Martí Serdà, dicen que les ha permitido materializar su inquietud: “Teníamos poco que perder y mucho que ganar”. Las redes sociales, claro está, son su principal vehículo comunicativo.