El hogar de Rocky Balboa
Filadelfia tiene algunos de los símbolos por antonomasia de Estados Unidos y fue el plató de las películas sobre el boxeador
Filadelfia es la ciudad a la que ir, o una de las más importantes, si se quiere conocer la historia de la independencia de Estados Unidos, de la que el año próximo se celebrará el 240 aniversario. Aunque no tenga el glamur de ciudades como Nueva York, ni quizás el interés arquitectónico de Chicago, la ciudad más importante del estado de Pensilvania, es el hogar de varios iconos muy made in USA.
Por ejemplo, seguro que muchos recordarán a Rocky Balboa el aguerrido boxeador de la serie de películas protagonizadas por Silvester Stallone y esa escena en la que el boxeador entrena y sube unas escaleras y que, cuando las logra coronar, lo celebra pegando botes y brincos mientras alza los brazos en señal de victoria. O también cuando, en la tercera entrega de la saga, en el mismo lugar, Rocky asiste a la inauguración de una estatua en su honor. Esas escaleras, que se conocen como the Rocky steps, son las del Philadelphia Museum of Art y se han convertido en tal atracción turística, que hasta se las considera el segundo lugar más famoso del mundo donde se ha rodado una película, después de la esta- ción Grand Central de Nueva York. En lo alto de las escaleras, las huellas de Rocky muestran a los visitantes el punto exacto desde el que el boxeador contemplaba la Franklin Parkway a sus pies. La estatua, que Stallone donó a la ciudad en 1980, se encuentra cerca de las escaleras, en el recinto del museo.
Los fanáticos de las andanzas de Balboa no pueden dejar de visitar el italian market. Es el mercado al aire libre más grande y más antiguo del país. El mercado italiano, está lleno de dulces caseros, productos frescos y quesos sabrosos. Además, se mantiene casi exactamente igual que cuando Rocky corría por él, en 1976.
En el mercado italiano, se encuentra Esposito’s Meats, el lugar en el que Rocky practicaba sus golpes, con las enormes canales de vacuno como saco de boxeo.
Rocky tampoco se podía resistir a un auténtico cheesesteak de Filadelfia (el bocadillo típico de la ciudad, por el que también suspiraba Will Smith en El Príncipe de Bel-Air ) como los que preparan en Pat’s King of Steaks, donde se inventó este bocadillo hace más de 80 años.
Al oeste del museo, junto a la orilla del río Schuylkill, se encuentra la Boathouse Row, una calle con casas del siglo XIX, que atrae a corredores, caminantes, ciclistas y patinadores y que era otra de las zonas de entrenamiento de Balboa.
Pero no todo era entrenarse y dar puñetazos. Rocky también te- nía tiempo para el amor. Es en el Zoo de Filadelfia, donde el boxeador le pide matrimonio a Adrian y esta acepta. En el zoo se puede observar a los monos, los chimpancés, las cabras y a otros animales, que deambulan por un sistema de senderos elevados y al aire libre que serpentean a través del parque zoológico más antiguo de EE.UU.
Y después del matrimonio, los hijos. En otra escena, Rocky y Adrian hablan de su futura paternidad mientras caminan por Rittenhouse Square en Rocky II. Hoy en día, los residentes de la ciudad y las familias continúan reuniéndose en este lugar.
El cementerio histórico de Laurel Hill es el escenario de una de las escenas más conmovedoras de la serie, cuando Rocky se sienta en una silla plegable y visita la tumba de Adrian en Rocky Balboa. Los mausoleos del cementerio son el lugar del descanso final de un buen número de los ciudadanos y las celebridades más pudientes de la ciudad. El primer viernes de cada mes se hacen recorridos guiados.
En la primera película, Rocky vivía en una calle justo debajo de la El (de elevated), la línea ferroviaria elevada en el barrio de Kensington. Esta línea atraviesa la ciudad desde el noreste, a través del downtown, y va hasta el oeste. En el El Bar –situado justo debajo de la de la El en Fishtown– se puede encontrar un poco el ambiente del barrio de Rocky en la película. La barra atrae a un público fiel, gracias a la cerveza barata, los aperitivos, una mesa de billar y música en vivo los miércoles y los sábados. Un enorme patio al aire libre ofrece un lugar perfecto para disfrutar de una Kensington Happy Meal, que incluye dos perritos calientes, una bolsa de patatas, una lata de cerveza barata Pabst Blue Ribbon (la preferida por los hipsters de todo el país, que la llaman por sus iniciales, pi-bi-ar) y un juguete por 5 dólares.
Cuando Rocky ya se ha retirado por completo del boxeo se dedica en cuerpo y alma a su restaurante. Desde 1933, el Victor Café ha deleitado a sus comensales con su cocina italiana y las arias de ópera cantadas por sus camareros. Este icono de Filadelfia juega un papel clave en la serie, donde se transforma en Adrian, el restaurante de Rocky Balboa.
Las escaleras del Museo de Arte son el lugar más popular de la ciudad relacionado con las películas del púgil Si se quiere vivir algo del ambiente del barrio donde vivía Balboa, hay que ir al mercado italiano