Oliver: sigue la guerra del azúcar
El chef quiere que Gran Bretaña regule un impuesto a los refrescos
El popular cocinero británico Jamie Oliver, que ha convertido la lucha contra el exceso de azúcar en la dieta y en especial el consumo de refrescos azucarados por parte de los más jóvenes en una auténtica cruzada, ha dado un paso más y ha elevado una petición al Gobierno y al Parlamento británicos para que, precisamente, los refrescos se graven con un impuesto especial de siete peniques por lata.
Oliver ha presentado la petición en la página web que el Gobierno y el Parlamento de Reino Unido ponen a disposición de los ciudadanos para que estos planteen cualquier tema que crean que debería ser objeto de atención por parte de la autoridades del país.
Según las normas de funcionamiento, si una petición alcanza las 10.000 adhesiones, el Gobierno debe responder. Si la pe- tición alcanza las 100.000 adhesiones, el Parlamento la debe tomar en consideración para debatirla.
Ayer, a primera hora de la tarde, la petición presentada por Jamie Oliver ya había alcanzado más de 65.000 adhesiones, por lo que parece que no le va a ser difícil alcanzar las 100.000, pues tiene de plazo hasta el 26 de febrero de 2016.
Según la petición presentada por Oliver y Sustain (la fundación que el propio chef creó a favor de una mejor alimentación), los expertos creen que un impuesto de tan sólo siete peniques por cada lata de refresco podría generar unos ingresos de mil millones libras al año, que se podrían destinar a apoyar las estrategias del National Health Service para la prevención de la obesidad infantil y las enfermedades relacionadas con la dieta, ya que en el Reino Unido se considera que los refrescos son una de las mayores fuentes de azúcar de la dieta de los escolares.