El reportero belga y el Tíbet
L’aventura d’aquell jove reporter belga al Tibet es una exposición para amantes de la montaña y es una puerta directa a Tintín en el Tíbet, el álbum dibujado por Hergé en dos centrados en la realidad: el Tíbet y la citada ascensión y otras impulsadas por escaladores catalanes. Y otros dos bloques sobre la ficción: fotos de monjes budistas que inspiraron a Hergé, e imágenes del Yeti, que no parece tan abominable. La muestra incluye 1960. La muestra, en colaboración con los tintilófilos Moulinsab de Sabadell, homenajea a la histórica expedición francesa, liderada por Maurice Herzog, que el 3 de junio de 1950 coronó el Anapurna, el primer 8.000 conquistado por el hombre.
El comisario de la muestra, Manel Camps, detalla que se han definido cuatro ámbitos, un espacio destinado a la proyección de películas sobre el Anapurna.
La Unió Excursionista de Sabadell y el Servei General d’Informació de Muntanya ha facilitado el material.
El hilo conductor se centra en las similitudes entre la realidad vivida por la expedición de 1950 y las aventuras de Tintín y de qué manera la pri- mera influyó a la segunda. Tanto en la historia real como en la creada por Hergé, los valores de la amistad, el trabajo en equipo, el afán de superación, el esfuerzo, la desesperación y la solidaridad van de la mano.
Tintín en el Tíbet fue escrito durante unos momentos difíciles en la vida del dibujante, ya que se estaba divorciando de su mujer. “Es cuando vemos un Tintín y un Haddock más humanos, con momentos muy emotivos, en una de las pocas ocasiones en que se ve al reportero llorar”, detalla Camps.
Tras un acuerdo con el Museu d’Història de Catalunya, la muestra se podrá ver en Barcelona en diciembre de 2016.