La nueva vida de los míticos capitanes
EL FÚTBOL ESPAÑOL YA NO SERÁ LO MISMO SIN XAVI HERNÁNDEZ E IKER CASILLAS, DOS SÍMBOLOS DEL BARÇA Y EL MADRID QUE HAN DECIDIDO, ENTRADA LA TREINTENA, DAR UN GIRO A SUS RESPECTIVAS CARRERAS
“¡Yalla shabab!”, grita en árabe Xavi a sus compañeros durante los entrenamientos nocturnos
Casillas vive en un barrio con fuertes medidas de seguridad y tiene de vecino a Cristian Tello
Yalla shabab!” (“¡vamos chavales!”), grita uno de los jugadores del Al Sadd en la sesión de entrenamiento. Todo la mar de normal si no fuera porque la voz de quien anima pertenece a Xavi Hernández. El exjugador blaugrana, de 35 años, se entiende con sus nuevos compañeros en inglés pero chapurrea ya sus primeras palabras en árabe para hacer más evidentes sus ganas de adaptarse. Es de noche, el calor durante el día roza los 40 grados y la sensación térmica alcanza los 45 debido a la altísima humedad, así que lo más aconsejable es entrenar cuando el sol se va. Será así hasta octubre, mes en el que se suavizan las temperaturas, le cuentan a Xavi, encantado por lo demás con su nueva vida en Qatar.
La apuesta fue fuerte. El país escogido como punto y final de una carrera perfecta era desconocido y lejano, así que afirmar que no existía cierto miedo a la integración sería mentir. Pero pasadas las primeras semanas las dudas se han despejado. Xavi y su mujer, Núria Cunillera, están satisfechos con la decisión tomada. Viven en la misma casa en la que residió en su día Raúl, el exjugador del Real Madrid, dentro de una urbanización en la que tienen todo lo que necesitan hasta que el calor se haga más soportable y puedan salir de vez en cuando a pisar la playa. Ambos han decidido que tendrán a su primera hija, cuyo nacimiento está previsto para diciembre, en Doha, la capital. De hecho, no regresarán a Barcelona (en su caso, Terrassa) hasta el verano, cuando la temporada oficial concluya. En realidad, tampoco hay tanta gente a la que echar de menos. Puerta con puerta vive su hermano Òscar, y a dos minutos Àlex, su otro hermano. Ambos se han mudado también para trabajar en la prestigiosa escuela de jóvenes talentos Aspire. Ariadna, la tercera, también se ha apuntado a la aventura familiar. Sólo faltan los padres, Joaquim y Maria Mercè, pero pronto vendrán para pasar un par de semanas de vacaciones.
Xavi está todavía de amistosos. El otro día su equipo se impuso a Palestina sub-19. El equipo va bien y Xavi, para quien han reservado el puesto de mediapunta, lleva nada menos que cinco goles. A este paso competirá con Sergio García, ex del Espanyol que ha fichado por un equipo qatarí, pero de la competencia. A Xavi le han sorprendido dos cosas: la poca afluencia en los estadios, al menos de momento, y la gran profesionalidad y el nivel de sus compañeros, incluyendo a su técnico, el marroquí Hussain Amotta. Del Barça no se olvida: ve todos sus partidos por BeIN TV.
Los motivos de Iker Casillas (34) para cambiar de aires fueron otros. Después de 25 años ligado al Real Madrid, club que le vio nacer, crecer y multiplicarse, el portero ha iniciado una nueva etapa en Oporto. Allí, él y su pareja, la periodista Sara Carbonero, han decidido empezar de cero y dejar atrás un vía crucis que comenzó con su destierro de la portería en tiempos de Mourinho.
El Oporto que entrena Julen Lopetegui ha sido el destino elegido. El exportero guipuzcoano fue en parte quien le convenció y también jugó a su favor el apoyo de los jugadores españoles que militan en el club portugués, y de manera especial Alberto Bueno.
Casillas huyó de Madrid para incorporarse a la pretemporada que su nuevo equipo realizó por tierras holandesas y alemanas. Mientras, también Sara Carbonero le daba un vuelco a su vida para poder estar junto a su pareja y el hijo de ambos, Martín. Ello la ha obligado a pedir una excedencia y dejar de ser la imagen de los deportes de Telecinco.
Pero la idea de Carbonero es seguir trabajando de periodista y busca empleo en Portugal. El propio Casillas ha hablado con el presidente del Oporto, Pinto da Costa, para que medie entre las televisiones portuguesas. La familia se ha instalado en el barrio de Foz, uno de los más exclusivos de Oporto. Un lugar privilegiado, con fuertes medidas de seguridad, que mantendrán a la familia alejada de los paparazzi. El barrio cuenta con buenos vecinos, entre ellos Cristian Tello, exbarcelonista, con el que Casillas ha hecho buenas migas. La adaptación va sobre ruedas o eso se desprende de lo que va contando Sara Carbonero en su blog de Elle, donde al poco de llegar ya se declaraba conquistada por su nuevo destino.
Iker también parece disfrutar de su nueva vida. Esta misma semana declaraba sonriente lo siguiente: “Estoy feliz y se me nota en la cara, me veo hasta más gordo”. La adaptación en el equipo se ha completado. En la pretemporada debutó nervioso contra el Duisburgo pero consiguió mantener la portería a cero, luego le cayó la primera derrota y encajó dos goles contra el Borussia Mönchengladbach, pero pronto enmendó la plana parando una pena máxima en otro amistoso contra el Valencia.
En el arranque liguero, el Opor-
to lleva dos victorias en casa y un empate fuera.
El azar ha querido que Casillas se vea de nuevo las caras con el entrenador que lo apartó de la titularidad del Real Madrid, José Mourinho, ahora en el Chelsea. El sorteo de la Champions les ha situado en el mismo grupo. Aunque el equipo inglés no ha empezado la Liga con buen pie, mantiene sus aspiraciones de llegar lejos en la competición estrella del fútbol europeo. “El morbo está garantizado, ya lo sabéis”, soltó Iker.