González agita a los socialistas al reconocer a Catalunya como nación
La entrevista al expresidente en ‘La Vanguardia’ planea sobre el comité federal
La palabra de Felipe González sigue siendo sagrada para la amplia, plural y no siempre bien avenida familia socialista. Por eso ayer la entrevista de La Vanguardia donde el expresidente del Gobierno se declaró “absolutamente” a favor de que la Constitución reconozca a Catalunya como nación agitó las aguas socialistas en un comité federal de “mero trámite”, según tenían todos asumido, y que discurrió por la senda de la tranquilidad.
Y es que todos estuvieron de acuerdo en que ante la inminencia del crucial 27-S no es este el momento oportuno para que los socialistas se enreden en una dura confrontación interna a cuenta de un debate “nominalista” o semántico sobre si Catalunya puede o debe ser una nación. La mejor prueba de ello es que ningún dirigente de peso puso el tema encima de la mesa durante la larga reunión en Ferraz. Todos habían leído y hasta subrayado las palabras de González, pero “el sentir mayoritario” del PSOE es que ahora no toca enzarzarse en una polémica interna semejante, sabiendo, como todos saben, que el PSOE de Andalucía, de Extremadura o de Castilla-La Mancha, entre otros, nunca asumirá el reconocimiento de Catalunya como nación, y nunca se pondría de acuerdo, a este respecto, con el PSC. Como ayer bromeaba un dirigente, en Tomelloso o en Chiclana el federalismo que ahora postula oficialmente el PSOE sigue sonando a chino. Y qué decir de que Catalunya sea una nación...
La ausencia de debate interno en la cita sobre este espinoso asunto no evitó, en todo caso, que algunos dirigentes evidenciaran sus diferencias a su llegada, extramuros de Ferraz. Para empezar, la exministra Carme Chacón, que recordó que hace ya cinco años firmó un artículo mano a mano precisamente con González defendiendo la plurinacionalidad del Estado español. “Pero ahora no hay que caer en eso, no vamos a caer en nominalismos en un momento como este”, zanjó. En su opinión, el proyecto que PSOE y PSC comparten es una reforma constitucional para un Estado federal que se debe consensuar para lograr “un nuevo pacto de convivencia”. Ese sería el momento de “hablar de todo”. Otros dirigentes coinciden en que “ahora ninguno queremos cacofonías, porque PSOE y PSC tenemos que estar más juntos que nunca”. El líder del PSC, Miquel Iceta, se limitó a celebrar la apuesta de González: “Yo lo he defendido siempre y me alegro una vez más de coincidir con él”. Después, pidió ayuda a sus compañeros del PSOE ante el reto del 27-S: “No hagáis caso de rumores, queremos que vengáis todos”. Y todos irán a hacer campaña, empezando por el líder del PSOE, Pedro Sánchez, que hoy mismo estará en Tarragona.
En ausencia de la presidenta andaluza, Susana Díaz –que sigue de baja maternal, pero que también acudirá a la campaña catalana–, fue Juan Cornejo el encargado de hacer oír la voz del poderoso socialis-
PSOE Y PSC, ANTE EL 27 - S “Ahora ninguno queremos cacofonías, tenemos que estar más juntos que nunca”
mo andaluz. “Ahora no es prioritario”, dijo sobre el debate abierto por González. “Mi respeto al expresidente siempre, pero los tiempos son los tiempos”, advirtió. El socialismo andaluz se mantiene en el límite de la declaración de Granada que Alfredo Pérez Rubalcaba logró sellar, en julio del 2013, con el PSC y todos los barones del PSOE, y que Cornejo resumió así: “Sí a las singularidades, la pluralidad, la diversi- dad y la igualdad de todos los españoles, vivan donde vivan”. Hoy, como ayer, dicha declaración es el final del camino para amplios sectores del PSOE, pero sólo el principio de este para el PSC.
También el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano GarcíaPage, dijo ante las palabras de González que la Constitución ya reconoce a “regiones y nacionalidades”. “Si es necesario que la Constitución actualice las relaciones entre Catalunya y España, de acuerdo, pero creo que la gran nación que tenemos es la española, en la que cabe incluso toda la gente que considera que su región puede considerarse nación o nacionalidad”. El asturia- no Javier Fernández se mostró partidario de forjar un Estado fuerte: “Prefiero hablar del Estado que de los pueblos y las naciones”. Y el valenciano Ximo Puig rechazó por su parte lo que calificó de “polémicas estériles que no van a ningún sitio”.
Enterrado, al menos oficialmente, este debate interno, el líder del PSOE, Pedro Sánchez, evitó enredarse en el mismo para situar a los socialistas como única alternativa: “Somos los únicos que tenemos un proyecto de convivencia”.
“Hay una derecha anticatalanista que se cree que España es suya y no es cierto. Y hay una derecha independentista que se cree que Catalunya es suya y tampoco es cierto. Ni España es Rajoy, ni Catalunya es Mas. Ni Catalunya es el problema de España, ni España es el problema de Catalunya. El problema son sus actuales gobernantes: Mas y Rajoy”, dijo. “Ha llegado la hora de recuperar el seny, el sentido común, para la política catalana y española. Llegó la hora de construir una Catalunya mejor en una España diferente”, defendió. Y defendió el proyecto de reforma constitucional suscrito en Granada hace dos años: “Una declaración que reconoció al pueblo español como el soberano para decidir sobre los asuntos de convivencia que a todos nos afectan, que garantizó la igualdad entre españoles y reconoció, como patrimonio de todos, la riqueza de territorios singulares como Catalunya”.