De Madrid a Lloret
El PP se revindica como la única “voz fuerte” que hará cumplir la ley tras el 27-S
Mariano Rajoy se estrena en la campaña catalana en la escuela de verano del PP con un mensaje dirigido a los catalanes que no quieren cortar sus lazos con el conjunto de España.
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se estrenó ayer en la campaña catalana con la fuerza del aval a sus tesis recibido esta semana de la canciller alemana, Angela Merkel, y del primer ministro británico, David Cameron, y con un mensaje muy claro dirigido a los catalanes que no quieren cortar sus lazos con el conjunto de España. “Si el próximo 27-S acuden a las urnas todos aquellos que desean una Catalunya española y europea, todos aquellos ciudadanos que apuestan por la concordia y la unidad, ganaremos todos pero sobre todo ganará Catalunya”, proclamó en la clausura de la Escuela de Verano del PP en Lloret de Mar.
Como el entrenador al que no le importa adelantar la alineación días antes del partido, la intervención de Rajoy mostró las costuras de la estrategia del PP para el 27-S: apelar al voto útil de los constitucionalistas marcando músculo institucional, apoyo internacional y capacidad desde el Gobierno para frenar el proceso soberanista que lidera el presidente de la Generalitat, Artur Mas. Un llamamiento al voto útil que tiene al electorado socialista catalán como principal destinatario y, en segundo término, al de Ciutadans y Unió Democràtica.
El líder popular trató, en este sentido, de ahondar en la herida abierta en los socialistas la decisión del PSC de apoyar el ingreso en la Assosiació de Municipis Independentistes (AMI) de Castelldels, Terrassa y Matadepera, lo que ha generado ya fricciones entre Miquel Iceta y Pedro Sánchez, así por la decisión de pactar con la CUP y ERC en Badalona para desbancar de la alcaldía al hoy candidato a la Generalitat García Albiol. Una alianza a la que se refirió directamente: “¿Qué credibilidad tienen para dar la batalla a los secesionistas los que le quitan la alcaldía a uno que ha ganado en las urnas para dársela precisamente a los secesionistas?”, preguntó.
Ahondando en esta línea, Rajoy expresó sus dudas de que algunos, por los socialistas, “presos de sus pactos y sus enjuagues puedan garantizar”, el cumplimiento de la ley. Una sombra de incertidumbre que extendió aunque sin citarlos sobre Ciutadans. “No sé si los que están perdidos en el disimulo y en la equidistancia puedan garantizar que el futuro de España lo decidirán todos los españoles y que se respete la soberanía nacional”. Precisamente una de las preocupaciones del PP es frenar la fuga de votos hacia C’s detectada por las encuestas. Y en parte creen que lo han conseguido con el cambio de Alicia Sán- chez-Camacho por Albiol, tan polémico como querido por las bases populares.
Con las palabras de apoyo de Cameron aún muy vivas, Rajoy glosó las ventajas de la unidad frente a un secesionismo que conduciría, avisó, a los catalanes fuera de Europa: “Juntos somos más fuertes. Catalunya no se va a quedar al margen del progreso de España en los próximos años. La fuerza de la unidad es más poderosa que la ruptura, construyamos puentes sobre sus zanjas secesionistas, la voz de la concordia es más poderosa que espiral del silencio”, dijo.
Asimismo, Rajoy rechazó las críticas por su “inmovilismo” que esta semana le ha dirigido el president Mas, quien le llegó a culpar de la actual situación en Catalunya, y subrayó que el Gobierno está abierto al diálogo y la negociación, pero en ningún caso al “monólogo secesionista”.
Un llamamiento al entendimiento desde el respeto institucional, y que como lo apuntado estos días en Lloret por varios dirigentes populares incluiría una posible reforma constitucional, al que se sumó el candidato García Albiol: “Este Gobierno es sensible con Catalunya y sus necesidades, pero necesita que quien se siente en la mesa no vaya dando por debajo patadas en las espinillas”.
El presidente se abre al diálogo pero rechaza el “monólogo secesionista” que a su juicio plantea Mas