Los líderes de Junts pel Sí responden a la carta de Felipe González
Los líderes de la lista Junts pel Sí han respondido a la carta publicada hace unos días por el expresidente del Gobierno Felipe González en otra misiva aparecida también en el diario El País. La misiva colectiva va firmada por Artur Mas, Raül Romeva, Carme Forcadell, Muriel Casals, Oriol Junqueras, Lluís Llach, Germà Bel y Josep Maria Forné, y en ella se replican los argumentos contra la independencia de Catalunya expuestos por González, al que se acusa de haber escrito un “libelo incendiario” y matizados luego en una entrevista publicada por La Vanguardia.
La carta comienza señalando que “para despacharse evocando lo pe- or que ha sacudido Europa, equiparando soberanismo a nazismo” hay que ser “muy poco responsable” y lo considera una provocación. El texto defiende el proceso independentista como “la expresión más ilusionante, firme, masiva, cívica y democrática que se está viendo en Europa” .
Los firmantes continúan señalando que harían oídos sordos de no ser Felipe González quien es, “un ilustre que en su día fue presidente del partido que representa la alternancia en España al Partido Popular”, por lo que consideran que “lo más preocupante de la situación” es que ambos partidos españoles “comparten discurso y estrategia para con Catalunya”, la “misma receta de siempre”.
Después de afirmar el amor de Catalunya por España y su solidaridad y fraternidad con ella y con Europa, el texto se queja de la falta de reciprocidad, los líderes de Junts pel Sí insisten en que “Catalunya ha amado la libertad por encima de todo” y que el 27-S es el momento de ejercerla, después de haber soportado regímenes que “han intentado sepultar la cultura, la lengua o el conjunto de las instituciones”.
En un repaso a la historia, el texto recuerda que “el catalanismo ha respondido, una y otra vez, extendiendo la mano” y ofreciendo “colaboración y diálogo frente a la imposición” en busca de un encaje de Catalunya en el resto de España. Y se señala la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatut como el punto de inflexión en esa trayectoria de negociación: “Un tribunal puso una sentencia por delante de las urnas” y “se ofendió la dignidad de nuestras instituciones”. “Así no se podía seguir, por el bien de todos”, indican.
“Por eso ha eclosionado en Catalunya un anhelo de esperanza”, continúan, “que ha planteado el reto democrático de construir un nuevo país, de todos y para todos, si es que ese es el deseo mayoritario que expresa libremente la ciudadanía catalana”.
Esa es la razón por la que propugnan “dilucidar el futuro de Catalu- nya votando, en las urnas, y asumiendo el mandato ciudadano sea cual sea este”, para crear “un nuevo estado que establezca unas relaciones de igualdad para con nuestros vecinos, especialmente con España”. Insisten también en defender el modelo de convivencia de Catalunya frente a las voces que desde fuera hablan de ruptura y concluyen que “el problema no es España, es el Estado español que nos trata como súbditos”.
Por último, insisten en que el 27-S se decide sobre si “queremos forjar una Catalunya que se asemeje a Holanda o Suecia, que rija su destino con plena capacidad, o seguir por los mismos derroteros”. “Con España –sostienen– no sólo nos une la historia y la vecindad sino también y especialmente el afecto y vínculos familiares e íntimos. En este nuevo país que queremos se podrá vivir como español sin ningún problema, mientras que ahora es casi imposible ser catalán en el Estado español”.
“Ha eclosionado en Catalunya un anhelo de esperanza que plantea el reto de construir un nuevo país”