Airbnb pide en Barcelona el mismo pacto que en París
La regulación del ‘bed andbreakfast’ estará lista el primer trimestre del 2016 y dará cobertura legal a los particulares
Airbnb, la mayor plataforma digital de alquiler de pisos por parte de particulares no profesionales, busca alcanzar en Barcelona, donde tiene 16.000 anuncios de alojamiento, el mismo tipo de acuerdo al que llegó recientemente en París, que pasa por recaudar a partir de octubre la tasa turística municipal, de 0,83 euros por noche y persona. Pero en la capital francesa cuentan con que ninguna persona que no sea profesional del sector debe rendir cuentas a la administración si se alquilan los pisos de forma esporádica. Un marco administrativo “ideal” para las on line que se amparan bajo el paraguas de la llamada economía colaborativa, pero que no entra para nada en los planes de la Generalitat.
“Hemos sido receptivos para intentar regularizar un tipo de oferta que ya existe, pero lo hemos hecho con un mínimo de garantías para el cliente. Aquí no todo vale”, declara la directora general de Turisme de la Generalitat, Marian Muro. Una regularización cuyo trámite se encuentra actualmente en fase de exposición pública y que prevé por primera vez, grosso modo, la posibilidad de que los particulares puedan alquilar habitaciones por un periodo máximo de cuatro meses al año siempre y cuando sea su residencia habitual y estén en casa durante el alquiler.
Precisamente el hecho de que un propietario no pueda alqui- lar su casa mientras él mismo está de vacaciones o fuera de ella será el nudo central de las alegaciones que Airbnb presentará a la nueva normativa, que se prevé esté vigente durante el primer trimestre del 2016. Un perfil que puede llegar a representar el 35% de los anfitriones de la plataforma, según cifras coincidentes extraídas de varias webs especializadas en el análisis de datos que estiman que el 79% de las casas anunciadas en la web no dispone de licencia. Unas cifras que el portal no reconoce, aunque tampoco facilita por, según explica, la gran variedad de perfiles que hacen imposible un tipificación concreta.
La respuesta de la Generalitat a este aspecto siempre ha sido la misma: “Es tan fácil darse de al- ta en el registro como darse de baja. Si se quiere alquilar el piso 15 días o un mes o lo que sea mientras se está de vacaciones, se debe hacer como lo hace todo el mundo”, explican fuentes del departamento. Explican que se han dado algunos casos donde se ha puesto de manifiesto que propietarios han visto en el alquiler turístico una forma de vida y han vuelto a la casa paterna para poder explotar el piso propio y sacar rendimiento económico.
Responsables de Airbnb defienden las bondades de la plataforma y sus beneficios para la ciudad de Barcelona. Explican que la mayoría de los llamados anfitriones (el 80%) alquilan su residencia habitual una media de 46 noches al año y obtienen unos ingresos adicionales de
Según el portal, el 80% de los anfitriones alquila su casa para cubrir la hipoteca o las facturas
2.655 euros al año, según cifras del estudio impacto económico de 2014 de Airbnb basado en datos obtenidos durante el 2013. El estudio también concluye que en Barcelona se generó una actividad económica de 128 millones de euros en sólo un año, así como el hecho de haber impulsado el equivalente a 4.310 puestos de trabajo. Además, muestra que el 75 % de los anfitriones gana una cantidad igual o inferior a los ingresos medios que imperan en Catalunya, que el 60% utiliza el dinero de este alquiler para pagar gastos básicos y que el 53% depende de este dinero extra para poder costear aspectos como el alquiler, la hipoteca, las facturas y la comida.