Nadal se desploma
El balear cae ante Fognini, que le remonta dos sets, y se queda sin ningún grande por primera vez en 11 años
Era la 1.26 h de la madrugada neoyorquina. Fabio Fognini, emocionado, alzaba los brazos en victoria en la pista Arthur Ashe. Al otro lado de la red, Rafa Nadal se acercaba a darle la mano, se despedía del público y salía de la pista con los ojos cerrados, decepcionado. Desde el palco presidencial, Manolo Santana, que hace 50 años se llevó el título aquí, aplaudía su esfuerzo. Nadal y Fognini acababan de protagonizar, durante casi cuatro horas, uno de los partidos más memorables del Abierto estadounidense. Para el italiano, fue una victoria increíble; para el mallorquín, una derrota muy dura. “Ha sido una de las remontadas más espectaculares que se van a ver en una pista de tenis”, sentenciaba McEnroe, pentacampeón del Grand Slam americano. “El nivel al que ha jugado Fabio para completar esa remontada se va a recordar durante mucho tiempo”.
La historia era muy distinta un par de horas antes. Entonces, todo parecía estar bajo control para el balear: llevaba ya dos set de ventaja sobre su rival, e iba break arriba en el tercero, con 3-1. Tenía los octavos de final al alcance de la mano. Y ahí las cosas empezaron a cambiar. Fognini fue a por todas, dominando desde el fondo de la pista, con golpes potentísimos de derecha, reveses a la esquina, dejadas imposibles de alcanzar y presionando con agresivas subidas a la red. Aunque Nadal no se achicaba, poco a poco el italiano fue haciendo mella. En el inusual quinto set, donde hubo siete juegos de break consecutivos, el tenista de San Remo aprovechó la primera pelota de partido que se le presentó para conseguir su esforzado triunfo.
Era la primera vez en 152 ocasiones en que Rafa perdía un partido a cinco sets cuando ya tenía dos mangas a su favor. “Con dos sets a cero contra Rafa, a lo mejor tienes que ir a Lourdes”, dijo Fognini, que había llegado al último Grand Slam del año con una racha de siete derrotas consecutivas en pista rápida. “Yo fui allí esta noche y todo salió perfecto”.
El número 8 del mundo lo corroboraba. “Fabio ha jugado muy bien. No ha sido un partido que haya perdido yo, sino que lo ha ganado él. He luchado hasta el último punto, pero no fue suficiente para ganar –explicó Nadal–. Pero mi mente me permite jugar hasta el final y eso me alegra, porque ha habido ocasiones en esta temporada en las que no he podido hacerlo”. Se trunca así el récord de Nadal de 11 años consecutivos consiguiendo, al menos, un trofeo de Grand Slam. “Tengo que aceptar que este no era mi año –dijo–. Pero tengo que seguir luchando para mejorar el resto de la temporada”.
El de Manacor hizo una valoración muy sincera del 2015. “Yo sé lo que he pasado este año. Y como sé lo que sé, valoro todas las pequeñas mejoras que voy teniendo –ex- plicó–. No se puede escalar el Everest de un salto; hay que hacerlo a pequeños pasos. Estoy disfrutando de los entrenamientos. Estoy con ganas de competir, porque no tengo la ansiedad ni los nervios que he tenido en otros momentos del año. Y todo eso es positivo”.
Los expertos coinciden en dos cosas: que su problema es principalmente mental y que necesita alguien nuevo que le motive. “Hace dos años, Rafa hubiera cerrado el partido sin problemas, en tres sets. Después de lo que vi anoche, y de lo que he visto en los entrenos, estoy 100% convencido de que necesita una nueva voz, un entrenador nuevo –aseguró Brad Gilbert, el exentrenador de Agassi y Roddick–. Rafa necesita algo que le revitalice, que le inspire. Aunque Toni siga de asesor”.
Era una opinión que se hacía eco de lo que ya había dicho McEnroe tras la derrota de Nadal en segunda ronda de Wimbledon. “Ya es hora de que haya sangre nueva en el equipo de Rafa”. “El problema de Rafa está en la azotea –comentó la ex tenista Mari Jo Fernández–. Él era uno de los que mejor defendían su segundo servicio, y en el quinto
“Tengo que aceptar que no es mi año pero he de seguir luchando para mejorar en lo que queda” McEnroe, Mari Jo Fernández y Gilbert aconsejan un cambio de entrenador inmediato
set apenas consiguió un 18%. Y ahí es cuando una voz externa puede ayudar. Porque él pone el trabajo y el esfuerzo. Tiene la pasión, pero debe volver a creer en sí mismo y recuperar la confianza”.