El ‘cavallino’ pisotea a Nico
Los dos Ferrari echan de la primera línea a Rosberg, cada vez más alejado de Hamilton
Tras salvar los muebles en Spa (de verse 5.º en una pésima salida a finalizar 2.º), a Nico Rosberg le toca otra vez remar contra corriente, desde la cuarta plaza, si quiere evitar que Lewis Hamilton deje el Mundial sentenciado. En Monza, el inglés partirá una vez más desde la posición preferente (11.ª pole en los 12 grandes premios) para intentar largarse y buscar la séptima victoria del curso, la que sería la cuarta en el templo de la velocidad. Sin embargo, no lo debería tener fácil en la casa del Cavallino. Ni Hamilton ni Rosberg. Los Ferrari, motivados corriendo ante su parroquia, se han colado entre los Mercedes y se quieren erigir en los animadores.
El principal afectado por el espectacular golpe de mano de Ferrari –no ocupaban el segundo y el tercer puesto de la parrilla desde Malasia’13– es un Rosberg cada vez más resignado en su papel de actor secundario. Esta vez, la frustración del alemán se debía a un inoportuno cambio de motor después del tercer entrenamiento, justo antes de la sesión de clasificación. Por problemas no especificados, los mecánicos de la estrella le montaron el propulsor usado en Bélgica, por lo que Rosberg no pudo disfrutar, ni hoy tampoco, de las mejoras de la nueva unidad de potencia que estrenaron el viernes. Lewis, sí. Resultado: 3 décimas de diferencia.
“Ahora tengo un motor muy viejo, que tenía cinco carreras a sus espaldas. Hay poca potencia y le falta un poco, eso me ha costado la segunda posición de salida”, se lamentaba Rosberg, que prevé un día complicado, orientado a minimizar los daños. “En la carrera será muy complicado luchar contra Ferrari porque parece que aquí van muy bien, están cerca y son rápidos también. El motor será un handicap, se- rá menos rápido”, comentaba resignado el alemán de Mercedes. Sin embargo, el presidente de la estrella, Niki Lauda, le contradecía en los micrófonos de Sky: “Nico no estaba por debajo en potencia. Tenía problemas de manejabilidad, mucho subviraje, no lograba guiar el coche como a él le gusta para su estilo”, le dejaba al descubierto.
Sea cual sea el problema, lo cierto es que Nico tendrá más complicado esta vez enlazar con Hamilton, al encontrarse con dos bólidos rojos delante con ganas de agradar, y con una gran velocidad punta. Serán una amenaza, incluso, para Hamilton en la salida. El inglés ya sabe cómo se las gastan los Ferrari: en Hungría le pasaron como relámpagos los dos SF15-T y Lewis se vio rezagado a la cuarta posición, pese a salir con la pole. Ganó Vettel.
Está advertido Hamilton. “Estos chicos han hecho un gran trabajo, están muy cerca. Es bonito ver que tendremos una buena lucha”, pronostica el inglés, que en los últimos cuatro año se ha turnado en la victoria en Monza con Vettel. Esta temporada, en año impar, por alternancia le tocaría al tetracampeón alemán. Vettel no cree en estadísticas. “Con suerte, ambos podremos estar en el podio. Lo siento, Lewis, no me importaría si no estás en el podio… puedes estar, pero si los dos (Ferarri) estamos por delante de ti sería, obviamente, un sueño haciéndose realidad”, se animaba a soñar Vettel, que se estrena de rojo ante los tifosi. “Pero tenemos que ser realistas, sabemos que estos chicos (Mercedes) tienen un ritmo serio en carrera”, decía Seb, entusiasmado por “tener la afición detrás”.
Unos seguidores que ya no se acuerdan de Alonso, 16.º de salida. Sin embargo, el asturiano sí se acuerda de Ferrari con su particular visión del momento que vive su exequipo: “Comparados con nosotros son realmente buenos, pero comparado con lo que hicimos durante los cinco años en los que estuve allí no lo están haciendo mejor. Estuvimos liderando el Mundial un par de años aquí en Monza. Ahora son segundos, 100 puntos por detrás de Mercedes. Enhorabuena, pero creo que Ferrari no debería estar contento estando a 100 puntos de Mercedes”.