El juez decreta prisión sin fianza para Sergio Morate, que se niega a declarar
El presunto asesino de Marina y Laura llegó el sábado a España desde Rumanía
Está imputado por dos delitos de asesinato; un coche camuflado lo trasladó ayer a la cárcel de Madrid VII
El presunto asesino de Marina Okarinska y Laura del Hoyo ya está en una cárcel española. El titular del juzgado de primera instancia de Cuenca decretó ayer prisión provisional sin fianza para Sergio Morate, al que acusa de la muerte de las dos jóvenes.
El imputado llegó a la base aérea de Torrejón de Ardoz la noche del sábado procedente de Rumanía, adonde había huido tras, presuntamente, matar a las dos chicas, de 26 y 24 años. Agentes de la Policía Nacional se encargaron de efectuar la extradición de Morate, que se llevó a cabo en un avión privado. Tras aterrizar, los cuerpos de seguridad lo trasladaron hasta Cuenca en un coche camuflado y escoltado por tres furgones de antidisturbios. Los vehículos llegaron a los juzgados de la ciudad manchega sobre las 3 de la madrugada. Allí esperaban a Morate una docena de familiares de las chicas, que lo recibieron al grito de “asesino”. El acusado entró a las dependencias judiciales por la puerta de atrás.
Sergio Morate compareció ante el juez pasadas las once de la mañana del domingo, pero no quiso declarar. El juez que instru- ye el caso decretó su ingreso inmediato en la prisión de Madrid VII, en la localidad de Estremera, imputado por dos delitos de asesinato. A su salida del juzgado, otro centenar de vecinos y familiares de Marina y Laura lo espe- raban para increparle. La policía habilitó un cordón de seguridad para evitar altercados y mantener a los vecinos en las aceras. El coche camuflado en el que viajaba Morate salió sin incidentes de los juzgados rumbo a la cárcel.
La causa sigue bajo secreto de sumario y continúa instruyéndose en sede judicial. Los agentes se centran ahora en analizar el coche del detenido, con el que huyó hasta Rumanía, para recabar más pruebas acerca del crimen.
Los familiares de Laura y Marina esperan con inquietud que se juzgue a Morate y se dicte sentencia. Las dos amigas desaparecieron el 5 de agosto después de quedar con el acusado. Marina había sido su novia y, tras romper con él, la joven quería recuperar algunas pertenencias que había dejado en casa de Sergio Morate. No se atrevía a ir sola, así que pidió a Laura que la acompañase. Aquí, las chicas desaparecen y su familia inicia una búsqueda desesperada de ambas. Se temían lo peor, porque Morate tenía antecedentes por violencia de género y ha- bía cumplido condena por ello.
A los pocos días, la policía encontró sus cadáveres en una poza en el nacimiento del río Huécar, a dos kilómetros del municipio conquense de Palomera, donde la familia de Morate tenía una casa. Las chicas habían sido golpeadas y enterradas en cal viva. A partir de entonces, los agentes inician la búsqueda de Sergio Morate. El presunto asesino fue detenido el 13 de agosto en Rumanía, donde había contactado con un amigo que conoció en la cárcel. Su familia envió un comunicado donde daba por hecho su autoría en los asesinatos. Hasta el sábado la policía española no pudo extraditarlo.