“Sólo ayudé a una mujer que lo necesitaba”
El hombre herido cuando intercedió en un ataque machista se recupera en Barcelona
Jaime Bares, vecino de Nou Barris, explica a La Vanguardia los detalles de la agresión: “Ella cuidó de mis hijos, tenía que protegerla”, dice de la mujer a la que defendió con su cuerpo cuando su exmarido intentó dispararle.
Habla con la calma y la dignidad de la gente más modesta. No acepta que es un héroe. “Lo único que he hecho es ayudar a una mujer que lo necesitaba. Cuidó de mis hijos cuando mi mujer estuvo en el hospital. No la podía dejar en la calle”. Son las palabras pausadas de Jaime Bares Robles, de 34 años. Quizá se lo toma con calma para que no se le abra la herida de bala que sufrió 24 horas antes cuando se interpuso entre la pistola de un homicida con motivaciones machistas y una mujer. Evitó, con su intervención, lo que hubiera podido ser una tragedia. El agresor había ido a buscar a su exesposa, que llevaba un mes refugiada en casa de Jaime. Ella es Isabel Ramírez López y el domin- go salvó la vida. Vive con los Bares como si fuera una más de la familia y bajo su manto de protección.
Jaime pide una silla y atiende las preguntas con respeto y educación. Le sorprende que le hayan hecho abandonar el hospital porque desconoce que la sanidad evita los ingresos de más de un día si no revisten gravedad, aunque el paciente haya recibido una herida de bala. El sol ilumina perfec- tamente los apósitos que cubren los orificios de entrada y salida que hizo el proyectil. Los Bares viven en una casa con dos viviendas separadas en el corazón del barrio de Torre Baró. Son los límites de la ciudad. Están rodeados de un bosque que luce muy verde todavía. La diversidad de inmuebles de la zona, algunos hijos sin duda de los tiempos de la autoconstrucción, dotan al am- biente de una personalidad algo neutra. Aquel entorno podría ser el rincón olvidado de cualquier ciudad en la que la gente más sencilla suele agruparse. Podría ser Barcelona o cualquier otra ciudad española. Incluso un alboroto de niños vivarachos inunda el ambiente. Son hijos y hermanos de Jaime, todos mezclados. Son diez menores y todos estaban en la casa cuando el sospechoso hizo su visita cargada de violencia.
El inmueble es propiedad de Isabel, la mujer a quien iba destinada la bala que hirió a Jaime. Esta mujer de 71 años decidió separarse de su marido hace aproximadamente un mes y medio. Lo denunció ante la justicia y se fue del domicilio conyugal de la Bisbal del Penedès. “Durante 51 años, mi marido es lo único que he tenido, pero esto que ha hecho, y con los niños de por medio, no tiene perdón”, dice Isabel mientras sostiene en brazos a una de las hijas de Jaime.