Un héroe fugaz
FRANCIS Scott Fitzgerald declaró en una ocasión a la prensa: “Enseñadme un héroe y os escribiré una tragedia”. Los héroes del novelista estadounidense eran atractivos, elegantes y adinerados. Es difícil que el autor de El gran Gatsby se hubiera inspirado en Jaime Bares: no encaja precisamente con sus cánones. Pero comparte con ellos el carácter de estrella fugaz brillando antes de desaparecer en la atmósfera. Igual que esos galanes de la América de los años veinte, el mundo puede contemplarlo con admiración, porque estuvo a punto de ser blanco de la tragedia. En cualquier caso, Bares es hoy el protagonista de las páginas de Tendencias, por cuanto se interpuso ante un marido desquiciado que fue a disparar contra su esposa. Un caso más de violencia de género, aunque esta vez la mujer, de 71 años, puede contarlo gracias a la decisión de un vecino que recibió el impacto de la bala. El proyectil le atravesó el cuerpo pero no afectó a ningún órgano vital.
Isabel se había separado de su esposo hacía un mes y medio, así que dejó su vivienda de La Bisbal del Penedès y se marchó a vivir con una hija a Torre Baró, en los límites de Barcelona. Sin embargo, a los pocos días vieron que la convivencia bajo el mismo techo era difícil y Jaime, de 34 años, que reside en los bajos de la misma casa con su familia, la acogió en su piso cuando la vio en la calle. A cambio, ayudaba con los niños. Hasta que el pasado domingo el marido de la mujer se marchó temprano de su domicilio en el Penedès con una pistola en la cintura y se presentó en Torre Baró. Tras franquear la puerta entró en busca de la que había sido su pareja. Fue entonces cuando Jaime se interpuso entre ambos y recibió un tiro a quemarropa.
Son 36 las mujeres asesinadas en España en lo que va de año. Isabel estuvo a punto de incrementar la cifra. Pero esta vez había un héroe de guardia.