Francia se prepara para bombardear al Estado Islámico en Siria
Hollande afirma que son los yihadistas los que “hacen huir a la gente”
Mientras reciben un gran flujo de refugiados y víctimas de la guerra civil siria, impensable sin la intervención occidental y el financiamiento de sus aliados integristas del golfo Pérsico, las potencias europeas se disponen a incrementar su actividad bélica en ese país. Si en Londres David Cameron busca el apoyo de sectores laboristas para crear “enclaves seguros” a base de bombardeos, Francia inicia hoy “vuelos de reconocimiento” sobre Siria, previos a operaciones de bombardeo. El propio presidente François Hollande confirmó la noticia, rechazando todo escenario de operativo terrestre en el desgarrado país y aclarando que las operacio- nes se realizarán con las fuerzas francesas que ya actúan desde hace meses en Iraq.
Ninguno de estos planes ha sido consultado con la Organización de las Naciones Unidas, lo que supone una nueva iniciativa al margen del derecho internacional.
Mientras tanto, “la población de 2,5 millones de cristianos que había en Siria ha quedado reducida a medio millón”, explicó ayer en París el sueco Jan Eliasson, vicesecretario general de la ONU, que se refirió también a la persecución de la minoría chií en Siria. Ambas poblaciones configuran el grueso del apoyo del régimen de Bashar el Asad, al que París se la tiene jurada (Hollande habló de “neutralizar a El Asad”) hasta el punto de haber sostenido y elogiado el “buen trabajo” del Frente Al Nusra, la franquicia local de Al Qaeda.
Una intervención terrestre en Siria sería “irrealista e incoherente”, dijo Hollande. Esa tarea “corresponde a las fuerzas que están en rebelión”, entre las que domina un abanico de organizaciones yihadistas extremistas que promueven atentados en Francia, dato que Hollande no mencionó.
El presidente sí relacionó “la guerra y el terrorismo” con el actual éxodo de refugiados, pero sólo para afirmar que “es el Estado Islámico el que hace huir a la gente con sus masacres”, sin entrar en la situación que propició la aparición del Estado Islámico en Iraq y Siria.
Hollande hizo estos anuncios en la sexta y más insulsa de sus conferencias de prensa desde que es presidente. Ni la crisis europea ni la situación de Grecia, que se da por solucionada, fueron mencionadas.
Francia acogerá a 24.000 refugiados de los 120.000 que los países de la UE se repartirán en los próximos dos años, instaurando el anunciado “mecanismo obligatorio” de tal reparto. El presidente dejó bien claro que la UE piensa mantener al grueso del flujo de huidos de la guerra en campos y centros “en los países de origen o de tránsito”, “para evitar una crisis humanitaria gigantesca”. Para ello se proporcionará una “ayuda humanitaria masiva” en dichos países de origen o tránsito.
En el frente interno, el anuncio más importante fue la confirmación de nuevos recortes de derechos laborales mediante una ley para “adaptar mejor el código de trabajo a las empresas”. En el primer semestre del año 38 grandes grupos del índice bursátil francés CAC 40 generaron 39.500 millones de beneficios, sin que ello haya tenido la menor consecuencia en las cifras de empleo ni en la inversión productiva. La reforma del Código Laboral pondrá en manos de los acuerdos de empresa –donde la correlación de fuerzas es desfavorable a los empleados– lo que hoy es ley nacional. Paralelamente se bajarán impuestos a 8 millones de hogares en 2016.
El país acogerá a 24.000 refugiados en dos años, del total de 120.000 previsto en el reparto europeo