Memoria del cine francés
RAYMOND CHIRAT (1922-2015)
Historiador
No resulta exagerado afirmar que Raymond Chirat, historiador del cine francés, lo sabía todo acerca de los orígenes y el desarrollo del séptimo arte en su país natal. Sin su aplicada y apasionada tarea, nacida de una afición temprana, la historia del cine galo estaría incompleta. Que le pregunten si no a Bertrand Tavernier, que hasta fechas recientes acudía a él para interrogarle por este o aquel actor o detalle de tal o cual película.
Raymond Chirat tuvo la fortuna de nacer en el seno de una familia cinéfila. Desde muy pequeño frecuentó el cine Royal de su ciudad natal, Lyon. A los quince años, al acudir a una proyección de Un carnet de bal, el clásico de Julien Duvivier, decidió que iría anotando en fichas las películas que fuera viendo. Con el transcurrir de los años, tuvo a su alcance lo que ninguna otra persona: la historia viva de un medio que carecía de historiadores. Según Thierry Frémeaux, actual director del Institut Lumière, “emprendió su exhumación total y definitiva”. Y se alzó como “la única fuente fiable sobre las tres mil películas francesas del período anterior a 1950”.
El carácter pionero de Chirat como historiador del cine, ya
fuera como autor de una larga nómina de libros, ya como mentor de futuros historiadores, justifica las recientes palabras de la ministra de Cultura del gobierno francés, Fleur Pellerin, en torno a nuestro personaje, que afirmó que “ha provocado el nacimiento de muchas vocaciones”. Afortunadamente, el reconocimiento le llegó con frecuencia: con su nombramiento como presidente de la Asociación Franesa de Historiadores de Cine o con la distinción como Comandante de las Artes y las Letras (2005). Otro hecho de especial relevancia en este sentido fue el encargo que recibió para revisar los archivos de la productora Gaumont. Todo un honor, según reconoció.
Su labor como ensayista lo llevó a publicar obras de absoluta referencia como el Catalogue des films français de long métrage sonores de fiction, 1929-1939 (publicado en 1975 por la Cinémathèque Royale belga, donde acabó su inmenso fichero), a los que seguirán los correspondientes a épocas posteriores; o la Histoire du cinéma français en siete tomos, escrita al alimón con Maurice Bessy y André Bernard, que recoge el período que va de 1929 a 1970. Escribió monografías (las dedicadas a Louis Jouvet y Mar- guerite Moreno, entre otras) y ensayos sobre diversos temas ( Les excentriques du cinéma français o Ciel, mon mari! Le théâtre de boulevard), a menudo con la colaboración de Olivier Barrot.
El período de la ocupación nazi fue objeto de un estudio minucioso por su parte. A él le consagró otro de sus ensayos más significativos, La vie culturelle dans la France occupée. Por ello, no es de extrañar que el escritor Patrick Modiano haya seguido con frecuencia su labor ensayística. Como al premio Nobel de Literatura 2014, a Chirat su labor le llevó a reconstruir el pasado (muy especialmente el período al que aludimos), en su caso, a través del cine. Lo constató el realizador Jean-Pierre Jackson en el documental que le consagró en el 2006.
Un último hito en la vida de este apasionado del cine fue la fundación del Institut Lumière en Lyon con los editores Bernard y Alice Chardère. En él puso en marcha y se encargó de la dirección de la biblioteca. Bertrand Tavernier es el actual presidente de la institución.
Raymond Chirat murió el pasado 26 de agosto en Lyon. Estaba casado con Marie-Josèphe Chirat, Mijo.