Purito es el nuevo jefe
El de Parets es líder con un segundo sobre Aru, pero la amenaza de Dumoulin sigue viva
Un segundo. Esa es la renta que ha situado a Joaquim Rodríguez al frente de la general de la Vuelta 2015, carrera que hoy se toma su segundo día de descanso y que mañana vivirá una jornada determinante: la contrarreloj de Burgos. Un segundo sobre Aru, pero también poco más de un minuto y medio sobre el polaco Majka, tercer clasificado y, dato fundamental, un minuto y 51 segundos sobre Tom Dumoulin, convertido en nuevo líder in péctore si rinde a su nivel en la batalla del miércoles contra el cronómetro.
En la ermita de Alba, otro final de los que están dando un carácter muy concreto a la Vuelta, se impuso el renacido Frank Schleck (gracias a una escapada) y los favoritos llegaron con casi nueve minutos de retraso. Aru, que dio mala impresión en la ascensión final, se recuperó (o todo era un engaño) y con un rush final tremendo consiguió pisar la línea de meta con sólo dos segundos de pérdida, que son los que lo han desposeído de la camiseta roja. Luego llegaron Majka, Quintana, Nieve... y finalmente Tom Dumoulin. El holandés aguantó con los favoritos, haciendo la goma, hasta la pancarta del último kilómetro. Entonces se dio por satisfecho y acabó como pudo. Consiguió perder apenas 27 segundos respecto a Purito lo que, en su caso, sabe a victoria. Tiene la Vuelta al alcance de la mano, pero deberá demostrar su superioridad en la etapa de mañana: 38,7 kilómetros con salida y meta en Burgos, sin ningún puerto puntuable, fundamentalmente llana pero con algunos altibajos.
“Esto está muy complicado”, reconocía ayer Purito Rodríguez. “Esta vez le hemos visto muy bien –dijo en referencia a Dumoulin– más suelto que en Sotres. Y además ahora tiene un día de recuperación para darlo todo en su terreno”. Es una de las claves de la situación, la jornada de descanso de hoy que permitirá a Dumoulin recuperar fuerzas. “Cuando vea el recorrido se animará”, pronostica el de Parets. “Estoy convencido de que hará una gran crono”.
Joaquim Rodríguez ya ha acabado una vez en el podio de la Vuelta y ha sido cuarto en tres ocasiones. Ha ganado nueve etapas en once participaciones. Incluso ha vestido la camiseta de líder en cinco Vueltas distintas, con la de ayer. Lo fue en 2003, 2010, 2011, 2012 y ahora en la de 2015, de la que es el primer líder español desde que arrancó de Puerto Banús el 22 de agosto. Pero es muy consciente de sus limitaciones en la contrarreloj, con su cuerpo de menos de 60 kilos (y 1,69 metros) ante un Dumoulin de metro ochenta y seis. Pero no pierde el buen humor que siempre le acompaña. “Mañana [por hoy] seguro que no me quitan el liderato. El equipo me respaldará y tendremos un gran día”, declaraba a los micrófonos de TVE. Pero bromas aparte reconocía igualmente que ayer lo pasó mal: “Desde el Cordal hemos hecho una auténtica persecución. El Tinkoff iba muy fuerte y me han sacado de punto. En la Cobertoria tampoco iba sobrado, pero al final he podido coger un poco de aire y sin demasiada chispa lo he intentado”. Le salió bien. Su ataque fue a 800 metros de la meta, en una rampa terrorífica. Nadie pudo seguirle, aunque Aru supo reaccionar y ceder un suspiro. En Burgos será otra historia, un sufrimiento de unos 50 minutos intentando mover el mayor desarrollo posible. Purito saldrá el último, por su condición de líder, y tendrá referencias de todos sus rivales. Pero jugará en campo contrario.
LA REFLEXIÓN “Esto está muy complicado; él hará una gran contrarreloj, el día de descanso le ayuda”
LA SITUACIÓN La carrera se juega mañana en los 38,7 kilómetros de contrarreloj llana en Burgos