Por un puñado de dólares
Los investigadores tenían constancia de que había molestado a otras peregrinas
El presunto asesino de la peregrina norteamericana despertó las sospechas de la policía al cambiar mil dólares en una entidad bancaria cercana al lugar de la desaparición.
La aparición de una sierra con restos biológicos vino a sumarse a los indicios que ya existían
El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, se desplazó ayer a la localidad leonesa de Astorga para reunirse con mandos policiales y seguir de cerca la investigación del suceso que acabó con la vida de la peregrina estadounidense Denise Pikka Thiem, cuyo cadáver fue hallado el viernes por la noche tras la detención horas antes en Asturias de Miguel Ángel Muñoz Blas, cuyos antecedentes penales lo habían convertido en el principal sospechoso para los investigadores.
Fernández Díaz señaló que la investigación “sigue abierta” y que “todos los indicios” apuntan a que el cadáver hallado el viernes es el de la mujer estadounidense. El ministro evitó hacer declaraciones sobre el móvil y las causas del fallecimiento “por el buen fin de las investigaciones”, y recalcó que ha sido una operación “compleja y dificultosa”, durante la cual las fuerzas de seguridad han contactado “con más de doscientas personas de más de veinte nacionalidades” que habían estado en contacto con Denise en los días previos a su desaparición.
Por su parte, fuentes de la investigación han confirmado que el hecho de que el detenido cambiara en un banco de la zona una cantidad ligeramente superior a los mil dólares, puso a los investigadores sobre su pista, ya que era público que carecía de recursos estables y que incluso solía recurrir a los servicios sociales municipales para subsistir. Desde entonces, el sospechoso estaba bajo vigilancia, a la espera de que diera un paso en falso que pudiera propiciar el hallazgo del cadáver. La aparición de una sierra que contenía restos bio- lógicos vino a sumarse a las sospechas que había despertado ya entre los investigadores.
El hombre residía en una vivienda de madera prefabricada, bastante alejada en la finca de su propiedad en la que supuestamente escondió el cadáver y apenas mantenía relación con sus vecinos, que le califican como un hombre huraño y de difícil trato.
Además, la Policía tenían constancia de que había “molestado” a mujeres que hacían el camino de Santiago a su paso por la zona. Ahora investigan si se corresponde con los ataques denunciados por otras peregrinas de distintas nacionalidades en el mismo tramo del Camino.
No obstante, el ministro precisó que habrá que esperar a los resultados de la autopsia, que se practicará en el Instituto Anatómico Forense de Ponferrada, donde ya ha sido trasladado el cadáver de Denise. Y también a cotejar los restos con muestras del ADN de sus familiares, que está previsto que lleguen a España el próximo lunes para la identificación definitiva del cadáver.
El ministro aseguró que el FBI “ha estado informado en todo momento de las investigaciones que ha llevado a cabo brillantemente la Policía Nacional” para esclarecer el caso. Por su parte, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha remitió ayer una carta al senador estadounidense por Arizona, John McCain, de donde procedía la fallecida, para informarle sobre las novedades del caso y “transmitirle el pesar de todos los españoles por este trágico desenlace”.
La peregrina, de 41 años y de origen asiático, desapareció en Astorga (León) el pasado 5 de abril cuando hacía en solitario el camino de Santiago.