Gasol acribilla a Polonia
Los 30 puntos de Pau con seis triples sentencian y España se medirá a Grecia en cuartos
Si algo tienen los principales jugadores de la selección española es mucha mili. Si algo saben es reconocer cuando un rival tiene miedo. Si algo han vivido son partidos a cara de perro. Toda esa experiencia les vino de perlas para someter a una peleona Polonia y plantarse en los cuartos de final del Eurobasket, donde se medirán el martes a la invicta Grecia. En el estadio de fútbol Pierre Mauroy de Lille, reconvertido en una fascinante pista de baloncesto con capacidad para 27.000 espectadores, España jugó fuera de casa porque el público francés se decantó claramente por Polonia, pero no se inmutó. Tras pasar las de Caín durante tres cuartas partes del partido propinó a su rival un parcial de 22-4 al inicio del último cuarto para finiquitar la contienda. Como siempre, Pau Gasol fue el alma del equipo y logró seis triples en siete intentos, tres en el momento en el que el partido se rompía.
Nunca el catalán había anotado tantos tiros de tres en su carrera. Una exhibición de crack porque, más que nunca, Pau es el líder de una generación en la que él es el que mejor está envejeciendo.
“Hemos apretado en defensa, hemos dejado de cometer errores y hemos jugado con una mayor intensidad. En ataque lo hemos hecho fácil. He jugado bastante abierto porque sus pívots se quedaban debajo del aro. Cuando me entran los triples así parece que enta todo”, señaló Gasol.
Antes del encuentro Sergio Scariolo declaraba que lo importante era ir al límite en defensa y mover con tranquilidad y fluidez el balón en ataque. Sin embargo, sus jugadores se aplicaron de sa- lida mucho mejor en la faceta ofensiva que bajo su canasta. Sobre todo porque cuando aparecen los problemas suele emerger la figura de Gasol. El pívot de Sant Boi abrió con un triple la cuenta de España y hasta el descanso anotó 15 puntos sin fallo con hasta tres canastas de tres. Un seguro de vida cada vez que una desinhibida Polonia se ponía por delante o igualaba el duelo. Porque el equipo polaco jugaba con entusiasmo y con acierto. Cuando España amenazaba con escaparse bien pronto (13-6) recurría a las habilidades del base Slaughter para equilibrar las fuerzas en lo que ha venido siendo un clásico en el torneo, que el director de juego del rival de España brille. Pero cuando el conjunto entrenado por Mike Taylor entraba en combustión, Scariolo recurría a Gasol para que arreglara el desaguisado. El catalán estuvo sentado dos minutos al inicio del segundo cuarto y Polonia le clavó a España un parcial de 0-7 con protagonismo no de Gortat, sino de su suplente, Karnowski.
El conjunto español funcionaba bastante bien en ataque y tenía más tino que otros días desde la línea de tres pero perdía balones, no ajustaba la defensa bien y a veces le faltaba el aire, circunstancia agravada por la baja de Rudy Fernández, que no pudo participar en el duelo por sus sempiternos problemas de espalda. Aún así se marchó al entreacto con una ligera ventaja (41-39) porque Llull y Mirotic secundaban a Gasol, que jugó tras el descanso con un vendaje en la rodilla derecha. “Tengo unas molestias ahí pero no han ido a más durante el partido y espero estar mejor de aquí al martes”, razonó Pau.
Lo cierto es que cuando el líder de la selección tuvo un pequeño bajón en el tercer cuarto Polonia lo aprovechó para mantener todas sus opciones. Scariolo intentaba dinamitar el partido con una zona y con una presión tras tiro libre pero ni por esas. Tocaba sufrir y en el último cuarto se entraba con una igualdad total (55-55).
Pero allí, en la fase decisiva, es donde se impusieron los galones, las tablas del equipo español, el haberse encontrado en infinidad de ocasiones en situaciones similares. A los polacos se les encogió la mano, les entró el tembleque y la defensa española aprovechó para comerle la moral a sus contrincantes. A partir de aquí no hubo color, España protagonizó el referido parcial de 22-4 y cogió la directa hacia los cuartos de final. Con Gasol es todo más fácil.
LA VICTORIA LLEGÓ AL FINAL En el último cuarto se entró con empate pero a partir de ahí España apabulló a su adversario
PUNTERÍA DECISIVA Nunca antes en su carrera el pívot de Sant Boi había estado tan acertado desde la línea de tres