‘Entre tots ho farem tot’
Miquel Roca analiza la actualidad: “En este empezar de nuevo, queda claro que ya no valen ni amenazas ni ignorancias. El silencio no resuelve nada y la agresividad menos. Ahora es el momento de ofertas, propuestas, compromisos; en una palabra: de cambios en profundidad. Cambios que abran el campo del diálogo, del pacto, de la negociación”.
El 27-S ya ha pasado. Los ciudadanos han hablado y con su voluntad han expresado un deseo de cambio incuestionable. A partir de ahora, empieza una nueva etapa; nada será igual que antes. Y la gran y excepcional participación legitima todas las posiciones; nadie podrá descalificar el resultado de nadie. Todos han hecho frente a una gran participación ciudadana que valida su resultado. En más o en menos, pero nadie se ha beneficiado de una abstención hasta ahora casi crónica.
Y en este empezar de nuevo, queda claro que ya no valen ni amenazas ni ignorancias. El silencio no resuelve nada y la agresividad menos. Ahora es el momento de ofertas, propuestas, compromisos; en una palabra: de cambios en profundidad. Cambios que abran el campo del diálogo, del pacto, de la negociación. Cabe, en este sentido, recoger algunas palabras de la noche electoral invocando una voluntad de cohesión, de integración, de concordia. El cambio y el futuro, se ha dicho, lo hemos de hacer entre todos.
Ahora empieza una nueva etapa que va más allá del resultado electoral. Son muchas cosas las que se plantean nuevamente. No sólo en el campo institucional, sino también en la vertiente social. Tan clara como es la mayoría de diputados independentistas lo es la mayoría comprometida con propuestas de cambio social. Como siempre pasa a lo largo de la historia, los grandes cambios nunca parcelan su ambición.
Por eso, las invocaciones de integración, cohesión y concordia no sobran. Hasta ahora, los sentimientos habían desbordado la política. Ahora nos toca recuperar el “hacer” política. Buscar lo que puede reforzar la unidad básica de una sociedad que se descubre más plural de lo que se sentía.
Queda mucho por hacer. De hecho, todo
Empieza una nueva etapa que va más allá del resultado electoral; son muchas cosas las que se plantean nuevamente
está por hacer, porque nada está definitivamente superado. Un futuro nunca se construye olvidando el pasado; quizás aprendiendo para no repetir los errores. Quizás encontrando raíces básicas; en todo caso, integrando y cohesionando. Un futuro de progreso y de libertad no se hace sólo con ilusión. Hay que añadir también el ingrediente del compartir el proyecto más allá de la estricta afinidad.
Seguro que lo sabremos hacer.