¿Nacionalidad? Punk
Jan Lauwers inaugura el Terrassa Noves Tendències con un viaje por el árbol genealógico de sus intérpretes en busca de la identidad
Inacabable. El festival TNT –del 1 al 4 de octubre– es este año inabarcable, con más artistas internacionales que nunca, más coproducciones, espacios, programadores y teatro de calle que nunca. Ninguna otra propuesta de carácter inclasificable aspira con tanto arrojo a llegar a todos los públicos, esto es, al público familiar. El primero de esos artistas que investigan nuevos lenguajes escénicos es el muy consagrado Jan Lauwers, director de teatro y danza belga, que estrena en España su último espectáculo con Need company, The blind poet (El poeta ciego), un viaje de mil años por el árbol genealógico de sus propios performers con el que pondera la noción de identidad en la Europa multicultural de hoy día. El poeta ciego es Abu al ‘ala al Ma’arri, un árabe que vivió en los siglos X y XI, y Wallada bint al Mustakfi, andalusí que vivió en el X. Ambos describen un mundo en el que las mujeres tenían poder, el ateísmo era común y París era una aldea. Sin duda la historia la explican los vencedores. Y son hombres.
Así arranca un festival que trae 25 espectáculos y 55 representaciones, en el que se potencian las coproducciones: 15 en total, 9 de las cuales son estrenos. El Conde de Torrefiel, por ejemplo, compañía apadrinada por el TNT, presenta tres piezas en un mismo día: La posibilidad que desaparece frente al paisaje más dos piezas que surgen del proceso de investigación de este espectáculo y que versan sobre el “abismo entre la acción masiva y el pensamiento individual”. Otras coproducciones son lo último de Xavier Bobés, Cosas que se olvidan fácilmente, espectáculo sobre la memoria para cinco únicos espectadores; Pla fix, Latung La La, película de animación poética que firma David Ymbernon; el western escénico Susurrando a los caballos de Los Moñekos; lo último de Insectotròpics titulado Compra’m, que abrió Tàrrega, o el monumento público Montutafi de Marcel·lí Antúnez.
Estas dos últimas creaciones forman parte de un itinerario que el TNT llama “coste cero”, y en el que se puede disfrutar también de lo que proponen Jordi Galí, la Compañía Es, LaDinamo o Ada Vilaró. En su espectáculo 24 h, que también estará presente en la Fira de Manresa, Vilaró permanece sentada en silencio durante todo este tiempo en la calle, interactuando con el público y el vecindario sólo con la mirada y una caja de tizas. Una apuesta con la que potenciar el espacio público como lugar de encuentro, diálogo y visibilidad del tejido social.
Sin embargo, el itinerario que mejor define este TNT 2015 es probablemente el que llaman “punk”, con espectáculos que buscan la transgresión. Ahí se circunscriben el mencionado The blind poet o la exposición Via Lucis, que explora el mundo de la dramaturga y directora Angèlica Liddell. Ahí se cuenta también con Liberté, Egalité, Beyoncé, del colectivo PLAY dramaturgia. La cita, un grafiti de la Rue des Hospitalières Saint-Gervais de París y leyenda para camisetas de la firma Gris, es también el título de una creación escénica que bebe de la danza, las artes visuales y “el macarrismo ilustrado”, en palabras de este colectivo residente del Teatro Pradillo de Madrid. Y hay más: se recupera Hostiando a M, de Agnès Mateus, una perfomance sobre la violencia en la que colaboró el Grec el año pasado, y Oro, de Nazario Díaz.
“Así como hay un plan integral de la danza, de las artes escénicas y musicales, o del circo, reivindicamos un plan integral de la multidisciplinariedad. Somos un sector que necesita de una etiqueta para poder existir; en el futuro no será necesario, pero si todo el mundo tiene menos nosotros, estamos en el limbo”, dice Pep Pla, director del TNT y del Centre d’Arts Escèniques de Terrassa.
El suyo es un festival cada vez más reclamado por los artistas. Este año han recibido 500 propuestas. Por lo que han decidido hacer una jornada de profesionales, con una caravana de tráilers de pequeños espectáculos a modo de cata y en la que los programadores puedan comprar.
“Reivindicamos un plan integral de la multidisciplinariedad, el sector necesita una etiqueta”, dice Pep Pla