Catalunya enfrenta a Rajoy y Sánchez en el Congreso
El presidente afirma que habrá que afrontar “el problema con finura” Acusa al PSOE de “equidistancia” entre Constitución e independencia
Mariano Rajoy se pronunció ayer sobre “el problema” catalán en el Congreso de los Diputados para admitir que deberá abordarse “en el futuro” con “diálogo, finura y sin ansiedad”. El conflicto catalán fue el tema principal del pleno de ayer, en el que el socialista Pedro Sánchez insistió en reprochar al PP su “inmovilismo”.
El presidente del Gobierno admitió ayer en el Congreso la necesidad de abordar el “problema” de Catalunya “con diálogo, con finura y sin ansiedad”, dijo..., “en el futuro”. Fue su receta para una posible salida negociada al desafío soberanista, durante un debate en el que, por lo demás, sigue enfrentando no sólo al PP con los partidos independentistas, sino también con el PSOE. Rajoy acusó a Pedro Sánchez de “equidistancia” respecto a defensores de la Constitución e independentistas. A lo que el jefe de la oposición y líder del PSOE replicó con reproches de “inmovilismo” al presidente español.
Es sintomático que el conflicto con Catalunya acaparase la atención política y mediática en la que probablemente será la última se-
EL TEMA ESTRELLA Catalunya focalizó el último cara a cara entre el jefe del Gobierno y Pedro Sánchez
POLOS O PUESTOS
Rajoy acusó a Sánchez de “equidistancia”, y el líder del PSOE le tachó de “inmovilista”
sión en la que Rajoy se someta al control de la oposición.
El primer asalto lo libró Rajoy con el portavoz de Unió, Josep Sánchez Llibre, que le pidió su valoración de los resultados del 27-S. Sin citar a Mas, el jefe del Ejecutivo subrayó que “quien convocó las elecciones y las planteó como si fueran un plebiscito no ha conseguido sus objetivos”, y como ya dijo el martes, se ha demostrado que Mas “no solo no cuenta con el respaldo de la ley, sin el cual en una democracia no se puede hacer nada, sino que tampoco cuenta con el respaldo de los ciudadanos”.
Sánchez Llibre respondió a Rajoy invitándole a que “baje del burro y haga una propuesta política contundente y de envergadura” para resolver la situación, en lugar de seguir “refugiándose” en que no quiere ser “el responsable de romper la unidad de España”.
El momento más tenso del debate se produjo en el rifirrafe entre Rajoy y el secretario general del PSOE, cuando Pedro Sánchez uti- lizó el último vídeo del PP antes del 27-S como metáfora de la pasividad del presidente ante el reto catalán. “Sería –dijo el jefe de la oposición a Rajoy– como esa foto del video en el que usted aparece hablando en catalán”. Se ve, agregó, “a un político paralizado, con los ojos asombrados y con la mente en blanco; es decir, la viva imagen de la inacción política en nuestro país”.
El dirigente socialista instó al presidente a “abrazar el reformismo”. Y se comprometió a reconstruir él mismo “la unidad de Catalunya desde la Moncloa”, así como a “articular mejor la unidad de España” mediante una reforma constitucional.
El jefe del Ejecutivo devolvió la
pelota acusando a Pedro Sánchez de haberse colocado “a la misma distancia de quien estaba defendiendo la Constitución, la unidad nacional y la soberanía, que era yo, y de quien estaba desafiando claramente un desafío al Estado apostando por la independencia”. Y lamentó que, “con tal de criticar al Gobierno”, para el secretario general del PSOE “valga todo”, incluso entregar la alcaldía de algunas ciudades catalanas “a grupos independentistas” –se quejó–, con el solo fin de fin de “evitar que el PP gobernara”.
Catalunya estuvo presente en el hemiciclo, pero también en los pasillos, donde Rajoy aseguró a la prensa que es “falso, y tremendamente injusto” que se achaque al Gobierno la decisión del TSJC de imputar a Artur Mas dos días después de las elecciones. Rajoy quería explicarse para despejar la sospecha que su ministro de Justicia había levantado el día anterior al decir que la imputación se había dejado para después del 27-S para no interferir.
Rajoy hizo hincapié en que la decisión de la imputación “corresponde al Tribunal Superior de Justícia de Catalunya”, que lo decidió por las razones que él debe explicar, porque en España, subrayó, “hay separación de poderes y el Gobierno no tiene nada que ver con decisiones que lo único que hace es acatarlas y respetarlas”. Eso sí, Rajoy destacó que Mas no es el primer político que ha sido imputado y llamado a declarar, en vísperas o tras unas elecciones. Y recordó al president que, como cualquier otra persona, “tendrá que comparecer y explicar lo que se le pregunta” porque es una decisión judicial “que en democracia se respeta”.