Un temporal que trae el otoño.
Inundaciones, daños en las playas y accidentes fueron las consecuencias del temporal de viento y lluvia que azotó ayer la costa catalana.
El temporal sobre Catalunya, sin llegar a tener la virulencia de anteriores episodios, causó ayer inundaciones y accidentes y obligó a tomar fuertes medidas de precaución, sobre todo en playas, por el oleaje, y en algunos parques y espacios de uso público, por el fuerte viento.
En muchos municipios costeros, entre ellos Barcelona, se impidió el acceso a paseos maríti- mos, espigones y playas. La Guardia Urbana se desplegó en el litoral de la capital para cerrar el acceso al rompeolas y los espigones. El oleaje superó los 4 metros de altura y frente a la bocana de entrada al puerto se llegó a registrar una ola de 7 metros. En el Park Güell y el Turó Park también se cerraron los accesos al público. En el conjunto de la ciudad hubo pocas incidencias, como caída de ramas, y los bomberos realizaron salidas para reconocimiento de cornisas y paredes.
En las comarcas de Tarragona, las lluvias –más torrenciales el miércoles por la tarde que el martes– provocaron que se desbordase, una vez más, el barranco de Barenys de Salou (Tarragonès), informa Sara Sans. En la zona sur de esta localidad hubo decenas de inundaciones y ayer por la mañana numerosos vecinos achicaron el agua y el barro acumulado
En Barcelona se cerraron al público el Park Güell y el Turó Park por prevención ante el fuerte viento
sobre todo en bajos y garajes. Las lluvias fueron amainando a medida que avanzaba el día (desplazándose hacia el interior). La mejora del tiempo también permitió abrir al tráfico la carretera N-340 a su paso por Bonavista, que se había cortado por acumulación de agua.
En l’Escala (Alt Empordà) el temporal llevó al Consistorio a cerrar el acceso al paseo marítimo, a los parkings de la Riba y la Punta y a interrumpir la circulación de vehículos en el tramo más próximo al mar, informa Sílvia Oller. A consecuencia del temporal, una embarcación se partió al impactar contra unas rocas en Cala Mongó. En Blanes (Selva) se cerró el paso a la playa de Sa Palomera. La decisión llegó después de que los servicios de emergencias salvaran in extremis a una mujer que se había encaramado a lo más alto de la roca de Sa Palomera para fotografiar el oleaje.
Uno de los municipios más afectados por la lluvia fue Sant Pere Pescador (Alt Empordà), que entre el martes y las diez de la mañana de ayer había acumulado 148 l/m2. Uno de los campings de primera línea de mar recomendaba a sus clientes que se marcharan ante el peligro de que el mar inundara las instalaciones.