Emilia Clarke, una futura reina para Hollywood
Según ‘The Hollywood Reporter’, la actriz es una de las más solicitadas de la industria
Este ha sido un año curioso para Emilia Clarke, la actriz de 28 años que pasó del más absoluto anonimato a convertirse en la deseada protagonista de una de las series más exitosas de todos los tiempos. Aunque de acuerdo con un informe del prestigioso semanario The
Hollywood Reporter se ha convertido en una de las más solicitadas de la industria, y lidera la lista de las nuevas estrellas capaces de encabezar una gran superproducción, por ahora eso no se ha convertido en realidad.
Su primer papel protagónico en una ambiciosa película veraniega,
Terminator: Génesis, en la que logró que su nombre estuviera por delante del de Arnold Scharzenegger, estuvo muy lejos de lograr un cambio significativo en su carrera. El filme fue uno de los grandes fracasos del año en tierras norteamericanas, donde apenas recaudó 89 millones de dólares, aunque logró obtener ganancias gracias a la respuesta en el resto del mundo, en donde obtuvo otros 440, suficientes para compensar con creces los 155 que costó. Y aunque su trabajo en la sexta temporada de Juego de tronos le dejará en su cuenta bancaria unos seis millones de euros, por ahora no está logrando en el cine la respuesta esperada.
La película independiente que terminó de filmar en diciembre del año pasado, Voice from the stone, en la que aparece junto a figuras de segundo nivel como el neocelandés Marton Csokas y la italiana Caterina Murino, por ahora sólo tiene garantizado el estreno en Corea del Sur, mientras que Me
before you, otro filme de presupuesto mediano, y en el que comparte cartel con la ascendente estrella de Los juegos del hambre Sam Claflin, no llegará a los cines norteamericanos hasta el próximo junio.
Eso no impide que el mundo siga hablando de ella ni que le lluevan los reconocimientos. En septiembre la revista GQ la coronó co- mo Mujer del Año en sus premios anuales y esta semana fue Esquire la que logró que su nombre estuviera otra vez en todos los titulares. No sólo puso una foto suya medio desnuda en la portada de su más reciente número, sino que le otorgó el respetado título de mujer más sexy del mundo, algo que intentó demostrar publicando en el interior del ejemplar más fotos suyas a medio vestir en las que se la ve sin la peluca que usa para encarnar a Daenerys Targaryen, clara muestra de por qué Emilia puede salir a la calle sin que los fans de la serie le reconozcan.
Pero la tibieza con la que la audiencia recibió su primer gran papel de protagonista en una pelícu-
la importante, la mencionada Terminator: Génesis, seguramente tendrá un impacto negativo.
Aunque Oliver Stone le ofreció el principal papel femenino en Snowden, que no pudo aceptar porque ya se había comprometido para hacer Me before you y que terminó haciendo Shailene Woodley, por ahora las propuestas que le ha hecho Hollywood han sido tibias. Sam Taylor-Johnson tuvo dos reuniones con ella para que encarnara a Anastasia Steele en Cincuenta sombras de Grey, pero finalmente Emilia decidió pasar. El reconocimiento de Esquire no necesariamente le ayudará a mostrar que puede interpretar otro tipo de papeles. Su debut en Broadway en Desayuno con diamantes dos años atrás fue una verdadera sensación, entre otras cosas porque en la obra se quitaba la ropa.
Probablemente todo será cuestión de tiempo. Aunque sólo ha sido nominada en dos ocasiones a los Emmy y nunca al Globo de Oro, apenas un mes atrás Juego de tronos batió un récord histórico al obtener 12 galardones, entre ellos el de mejor serie, superando al obtenido por El ala oeste de la Casa
Blanca en el 2000, una señal de que a menos de que David Benioff decida dar una gran sorpresa a los fans del programa, no le faltará trabajo.
La siempre afable chica londinense tampoco parece estar muy apurada para conquistarlo todo. Muy agradecida de haber sucedido a Penélope Cruz, Scarlett Johansson, Mila Kunis y Rihanna en el premio de Esquire, Clarke no podría estar más feliz de su situación actual. Después de todo, el momento que vive dista años luz de aquella conversación con su padre, un técnico de teatro, en la que cuando ella le habló de sus sueños de ser actriz, él se limitó a decirle: “El único diálogo que tendrás que aprender es: ‘¿quiere patatas fritas con su pedido?’”.
“El único diálogo que tendrás que aprender es: ‘¿quiere patatas fritas con su pedido’”, le dijo su padre