El dilema del bocadillo
Los expertos reivindican tentempiés variados, con presencia de pescado, verdura y pocos embutidos
Las últimas recomendaciones de la OMS sobre el consumo de carne procesada han despertado las dudas a la hora de preparar el bocadillo del almuerzo para los más pequeños.
Preparar el bocadillo para el recreo de los pequeños se convirtió ayer en un problema para muchos padres a la hora del desayuno. Coger el pan y rellenarlo con... ¿embutido? Una duda que inmovilizaba frente al frigorífico mientras en los oídos retumbaban la advertencia que había lanzado el día anterior la OMS sobre los riesgos (serios) de la ingesta habitual de carnes procesadas y embutidos. ¿Con qué relleno el pan si no es con salami, chorizo, fuet o jamón serrano como hago cada día?, ¿el paté también es malo?, ¿y el jamón york y la sobrasada? Muchas preguntas ante un trozo de pan vacío.
Los expertos, sin embargo, no entienden esa angustia. “Sencillamente, piense. El pan lo admite todo, una ventaja que permite variar los alimentos, clave para una adecuada alimentación. Es decir, se puede poner carne de pollo o pavo, y otro día, anchoas o sardinas. El tomate es ideal para hacerlo sabroso, como también lo es el pimiento. Y algún día, por supuesto que puede echarle embutidos, como también unos nuggets. Es una cuestión de variar”, explica la doctora Ascensión Marcos, presidenta de la Federación Española de Sociedades de Nutrición, Alimentación y Dietética (Fesnad).
Pensar en qué comemos, una actividad que, como dice la doctora Marcos, hemos ido perdiendo por el estilo de vida que llevamos los españoles, con jornadas laborales muy largas y escaso tiempo para planificar las cuestiones cotidianas, como la alimentación. “Lo que no se puede hacer –explica– es que cada día hagamos el bocadillo al crío con embutidos, porque ya se sabe desde hace mucho tiempo que eso no es saludable. Pero es muy cómodo hacerlo así y, además, a ellos les gusta. Ocurre lo mismo con las cenas con un par de salchichas o una hamburguesa. En dos minutos están solucionadas. Pero no es razonable que se haya convertido en un hábito diario, más que nada porque la verdura es fácil y rápida de hacer, por ejemplo”.
Los expertos están un poco enfadados con el revuelo que se ha formado con el anuncio de la OMS (aunque consideran excesivo que incluyan las carnes procesadas en el mismo capítulo de pepañol ligrosidad que el tabaco) aunque insisten en que nada es nuevo, aunque la gente no lo crea. “Se alarman y ponen el grito en el cielo, y sencillamente lo que dice la OMS es los que los expertos llevamos años y años diciendo que hay que seguir la pirámide de la dieta mediterránea, sobre la que hay consenso mundial respecto a sus bondades para la salud y el bienestar de los ciudadanos: el consumo de carne procesada y embutidos deben ser ocasionales. Y así lo indica la dieta mediterránea”, explican nutricionistas.
El problema, explica la doctora Marcos, es que el estilo de vida es- se ha deteriorado mucho. “Tenemos unos horarios que nos estresan, que nos impiden ir a comprar con cierto sosiego y pensar qué es lo que vamos o no a comer. Yo reivindico un tiempo para planificar la comida semanal lo que permitirá a uno variar. Esa es la clave, variar”, señala la presidenta
TIEMPO Los nutricionistas recomiendan planificar los menús para reducir la carne
ALGUNAS IDEAS
El pan acepta todo, desde anchoas hasta atún, verduras y tortillas variadas
de la Fesnad. De esa manera, insiste, tendríamos en el frigorífico los ingredientes precisos y no irnos directamente a las salchichas, a las hamburguesas o a los embutidos para salir del paso a la hora de hacer un bocadillo o cenar.
Con un poco de calma y con la lista en la mano, podríamos preparar el tentempié escolar con una tortilla de patata o francesa, con mejillones, con atún, un vegetal, queso de Burgos y nueces, calamares. ¿A qué niño le gusta eso? “Pensemos cómo hacerlos rico, con tomate, con queso, con pimientos, boquerones y por supuesto, aceite de oliva... Insisto, es una cuestión de pensar. Y, por supuesto, una o dos veces a la semana, embutidos. No pasa nada. El problema es que hemos convertido las carnes procesadas y los embutidos en unos ingredientes diarios”, dice la doctora Marcos.
Los expertos hablan de la “americanización de la dieta” española, un problema de salud serio que amenaza la salud tanto de los adultos como de los niños. “Ese es uno de los problemas más importantes al que nos enfrentamos. Los niños”.