Seísmo con epicentro en el golfo de Roses
El seísmo, de magnitud 4,3 en la escala de Richter, es el más fuerte de los últimos 20 años con epicentro en Catalunya
“Me desperté porque la cama se movía, los cristales de las ventanas vibraban y durante unos segundos el edificio tembló ligeramente como si intentara recolocarse. Me puse taquicárdica y luego ya no me podía dormir”, explicaba ayer por la mañana, aún con el susto en el cuerpo, Eli Blasco, una de las vecinas de Roses que percibieron el terremoto de magnitud 4,3 en la escala de Richter que se registró de madrugada a unos nueve kilómetros de profundidad en la bahía de Roses. El seísmo, el de mayor magnitud en los últimos veinte años con epicentro en Catalunya, no provocó daños estructurales ni personales, pero fue ampliamente percibido por la población de las comarcas de Girona, así como las costeras de Barcelona.
El movimiento sísmico, que tuvo lugar a las 1.37 de la madrugada, apenas duró unos diez segundos, aunque en las horas posteriores los sismógrafos detectaron hasta siete réplicas de menor magnitud, de entre 1 y 1,5, sólo perceptibles en la zona más próxima al epicentro. Fuentes del Institut Cartogràfic i Geològic de Catalunya aseguraron ayer que la existencia de terremotos en esta zona costera del Alt Empordà forma parte de la normalidad, aunque en Girona hay otras zonas mucho más activas desde el punto de vista sísmico, como la comarcas de la Selva, el Ripollès o el Pirineo Occidental. “La zona del golfo de Roses no tiene nada de particular, simplemente en estos momentos existe más concentración de sismicidad”, explicó ayer Xavier Goula, jefe del área de Sismología del Institut. Hace un mes, se registró un seísmo de magnitud 3 frente a la costa de Llançà. Goula dice que en Catalunya terremotos como el percibido ayer se repiten cada quince o veinte años.
Los teléfonos de Protecció Civil atendieron más de 200 llamadas de vecinos alarmados por el movimiento en ciudades como Girona, Barcelona, Roses, l’Hospitalet de Llobregat, Castelló d’Empúries, Llançà, Palafrugell, l’Escala, Sant Pere Pescador o Torroella de Montgrí. “Hacía muy poco que me había acostado, cuando de repente me levanté sobresaltado de la cama. Oí un gran estruendo”, explica Robert Carmona, vecino de l’Escala, uno de los municipios más próximos al epicentro. El temblor fue percibido también en zonas del interior de Girona, como la capital o municipios próximos. “Me asusté porque pensé que alguien se había empotrado contra la casa y me levanté para ver qué había sucedido”, explica Marta Comalat, que vive en un vecindario a las afueras de Quart. Una sensación similar tuvo la vecina de Torroella de Montgrí Anna Masoliver. “Me pareció que un camión había impactado en la fachada. Me llevé un buen susto”, afirma.
El último terremoto provocado por causas naturales –sin contar los del caso Castor– de una magnitud similar al registrado ayer, con epicentro en territorio catalán, tuvo lugar en el 2004 en la comarca del Ripollès, concretamente en Queralbs, y causó grietas en varias viviendas. En mayo de 1995, las costas de Tarragona registraron el mayor terremoto hasta ahora en el principado. El seísmo alcanzó una magnitud de 4,6. Durante ese tiempo el sur de Francia ha sufrido dos seísmos de 5 5 y 5,2, percibidos también en Catalunya.