Thomas Fabius
HIJO DE LAURENT FABIUS
La justicia estadounidense reclama al primogénito del ministro francés de Exteriores, metido en turbios negocios relacionados con el juego, por haber emitido cheques sin fondos en casinos de Las Vegas por valor de 3,4 millones de euros.
El ministro de Relaciones Exteriores de Francia –y ex primer ministro–, Laurent Fabius, recibió de Estados Unidos una petición de captura. Puede ser normal, pero en este caso el buscado se llama Thomas Fabius, 33 años, el hijo que tuvo con Françoise Castro, su primera esposa. La revelación del semanario Le Point se añade a un sumario periodístico y judicial abierto en Marrakech, París, Mónaco y Londres desde hace un lustro. Pero la justicia norteamericana parece ser más tozuda, o menos respetuosa, que las europeas.
El 15 de mayo del 2012, durante la noche que precedió al nombramiento de su padre como número dos del ejecutivo francés, Thomas multiplicó cheques sin fondos, en tres casinos de Las Vegas, por un total de 3,4 millones de euros. Un año más tarde el fiscal de Nevada le acusó de robo y estafa. Puede ser que las presiones diplomáticas dilataran la petición de captura.
En julio del 2013 un colaborador del ministro aseguró al Journal du Dimanche que Thomas era “el único y el mayor problema de su padre”. Para entonces, ya el joven había sido condenado por abuso de confianza por sisar ochenta mil euros que le adelantaron para un negocio. Detenido, evitó el tribunal: se declaró culpable y se comprometió a rembolsar los casi cien mil euros. Minucias para quien indirectamente forzó, el 15 de octubre del 2013, una tormentosa reunión entre el ejecutivo monegasco y la Société des Bains de Mer, que administra el ocio y el juego en el principado.
El encuentro ponía de nuevo sobre el tapete, nunca mejor dicho, el nombre del hijísimo. En este caso, por la deuda que había dejado en el Casino de Montecarlo. Nada menos que dos millones de euros.
Más curioso: Thomas Fabius no paga impuestos en Francia desde el 2011, falto de recursos. Sin embargo, el casino monegasco le había abierto una línea de crédito de un millón de euros. También le devolvió cerca de setecientos mil euros perdidos en la ruleta, su pasión, por “un incidente acaecido durante el juego”. Y, rarísimo también: de no ser por la protesta de un juez, ni siquiera lo hubiera denunciado por la deuda.
El mismo juez señaló su sorpresa por tanta mansedumbre. Habitual. En el 2011, el pícaro falsificó un e-mail de su banco, la Société Générale, para obtener un crédito –200.000 euros– en el gran casino de la Mamounia, en Marrakech. La policía marroquí denunció el caso a París y la Société Générale no tuvo más remedio que notificarlo a Tracfin, la célula del Ministerio de Economía que se ocupa del blanqueo de dinero.
La misma Tracfin señaló en junio del 2012 que por las cuentas de Thomas circulaban unos ocho millones y medio de euros. Explicación: entre abril del 2011 y el mismo mes del año siguiente, Thomas habría embolsado, en distintos casinos del mundo, trece millones de ganancias, por sólo cinco perdidos. De ahí saldrían los ocho millones que levantaron las sospechas de Tracfin. El problema es que según expertos, aparte de la suerte, para ganar tal suma hay que apostar de veinte a veinticinco millones. Y la empresa que por entonces dirigía Thomas dejó, el 2012, apenas 12.000 euros de beneficio.
Otra fuente de ingresos para el jugador inveterado: dos privadísimas y distinguidas mesas de juego londinenses, el Crown Aspinalls y Les Ambassadeurs. De unas u otras ruletas salieron en julio del 2012 –según él– los 7,3 millones que pagó por un piso parisino de 300 m2. Un observador político acotó que aquella suma equivale a una vez y media el patrimonio declarado por su padre, al asumir la cartera.
¿Thomas ha nacido con estrella? Los dos últimos meses del pasado año 2014 los pasó en la cuarentena de casinos de Chipre. De aquel sueño dorado de jugadores, al margen del derecho internacional, habría regresado con un millón de euros para los regalos de fin de año. Y, por si eso fuera poco, al parecer una tía suya le ha girado, desde Suiza, 315.998 euros.
El primogénito de Laurent extendió cheques sin fondos en Las Vegas por valor de 3,4 millones de euros El problemático joven lleva años envuelto en escándalos por sus oscuros negocios y sus deudas en casinos