Todo por mi perro
Hoy se estrena Truman, el nuevo filme de Cesc Gay donde Ricardo Darín interpreta a un exitoso actor de teatro con una enfermedad terminal, obsesionado por encontrar un nuevo amo para su perro.
Truman
Dirección: Cesc Gay Intérpretes: Ricardo Darín, Javier Cámara, Dolores Fonzi Producción: España y Argentina, 2015. 108 m. Comedia/drama
Aunque en el guión se perciba alguna huella de su espíritu corrosivo, el Truman del título no es Truman Capote. Aquel genial escritor, guionista y periodista norteamericano, bajito y mordaz, que solía describirse a sí mismo en los siguientes términos: “Tengo el tamaño de un revólver y soy igual de ruidoso”. El Truman de la película de Cesc Gay es un perro, compañero inseparable de su solitario dueño, Julián (Ricardo Darín), prestigioso actor teatral argentino que en su día decidió exiliarse en Madrid.
Julián sigue subiendo cada día a los escenarios, pero le obsesiona poder encontrar un nuevo hogar para su perro. Está aquejado de una enfermedad terminal y no le preocupa su futuro, sino el del animal que ha sido el único acompañante en su absoluta soledad, incluida la de los teatros, a pesar de estar rebosantes de público. Divorciado y con un hijo residente en Amsterdam, su monótona función escénica diaria en el teatro de la vida se verá alterada con la visita de Tomás (Javier Cámara), un amigo de la infancia que llega desde Toronto, donde ejerce de profesor universitario. Pasará cuatro días con él y ambos repasarán recuerdos e intimidades, mientras el final parece cercano y Julián ansía que sea inminente.
La presencia de Tomás va a servirle de catarsis, aunque Julián, ante la perplejidad de su amigo, no piensa rectificar el deseo de poner fin a su itinerario vital, siempre y cuando encuentre un hogar de confianza para su perro fiel. El barcelonés Cesc Gay sigue depurando su inconfundible estilo narrativo. Dos personajes reinan en la historia, pero se trata nuevamente de una película coral, como lo eran las magníficas En la ciudad (2003) o Una pistola en cada mano (2012). Hay apariciones breves pero contundentes de figuras como Eduard Fernández, José Luis Gómez, Àlex Brendemuhl o Pedro Casablanc. Truman parecía tener abierta la puertas al drama lacrimógeno, pero sus inteligentes toques de comedia convierten la risa en un detonante de sentimientos ocultos. Y se produce un memorable reencuentro entre Darín y Cámara después de Una pistola en cada mano.