La CUP sigue en el no
Los esfuerzos por convencer a la formación independentista de que vote a Mas como president no dan resultado.
La determinación de Junts pel Sí y la CUP es aprobar la propuesta de resolución de inicio del proceso de creación del Estado catalán independiente antes de la investidura del presidente de la Generalitat. Y esta firme intención, a pesar del bloqueo en la tramitación forzado por la petición de reconsideración de la admisión a trámite de C’s y PSC y la argucia reglamentaria del PP de no haberse constituido todavía en grupo parlamentario, va camino de desembocar en que el Parlament apruebe la iniciativa el 9 de noviembre, en un pleno específico antes del inicio del debate de investidura.
“Sería una buena solución”, reconoció ayer mismo la propia presidenta del Parlament, Carme Forcadell. El caso es que la paralización temporal conseguida por la oposición lo que está provocando es que, en un calendario muy ajustado en el que el día límite para la investidura es precisamente el 9 de noviembre, la aprobación no pueda producirse antes y acabe coincidiendo con el primer aniversario de la celebración del proceso participativo del 9-N. Una fecha emblemática que contribuirá a conceder mayor simbolismo, si cabe, al acto.
La mayoría independentista está estudiando, de momento, la mejor salida posible a la situación. El primer paso sería que la Mesa del Parlament, el martes de la próxima semana, por ejemplo –el último día que reglamentariamente tiene para decidir sobre las peticiones de reconsideración de la admisión a trámite de C’s y PSC–, convocaría a la junta de portavoces al objeto de desestimarlas y, aun no estando constituido como grupo, invitaría al PP a participar en la reunión. Y lo justificaría en que el PP presentó un escrito de respaldo a las solicitudes de C’s y PSC firmado por todos sus diputados, lo que entiende que avala la dinámica de funcionamiento como grupo, y designó a uno de sus miembros –Enric Millo– para asistir como oyente a las sesiones de la Mesa a pesar de no tener representación. Rechazada la marcha atrás en la tramitación de la propuesta de Junts pel Sí y la CUP, y una vez aceptado el trámite de urgencia la Mesa fijaría el miércoles y el jueves para la presentación de enmiendas.
El siguiente paso sería que la Mesa volvería a reunirse el viernes para convocar el pleno extraordinario para el lunes y que la junta de portavoces, con el grupo del PP ya constituido –el plazo expira a las 9.30 horas de ese mismo día–, fijaría el orden del día, que no sería otro que la aprobación de la propuesta de resolución de inicio del proceso de ruptura con España. Y el último paso sería la celebración del pleno el 9 de noviembre, por la mañana, antes del inicio del debate de investidura, por la tarde, en el que la primera sesión es siempre el discurso del candidato a presidir la Generalitat.